Tras la visita a Brasilia del ministro de Economía, Domingo Cavallo, el gobierno brasileño aceptó ayer que Argentina adopte medidas que implican su salida del régimen del Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur.
El viaje relámpago de Cavallo junto al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini a Brasil, fue motivado por la necesidad de explicar lo más rápido posible al ministro de Hacienda de ese país, Pedro Malan, los alcances de las medidas que implementará Cavallo en relación al Mercosur.
Así lo dejó en claro Rodríguez Giavarini en Aeroparque, minutos después de haber arribado a Buenos Aires: "Era indispensable brindar una señal clara a nuestros socios y en ese sentido avanzamos en la profundización del Mercosur, al tiempo que el ministro Cavallo explicó a los funcionarios brasileños detalles del nuevo plan económico".
Después del encuentro entre argentinos y brasileños, el ministro de Desarrollo de Brasil, Alcides Tapias, informó que su país aceptó la reducción a cero por parte de Argentina del arancel sobre la importación de bienes de capital de países ajenos al Mercosur, que era del cuatro por ciento, una de las medidas que Cavallo decidió poner en marcha apenas asumió.
También se acordó que el arancel de importación de bienes de consumo en Argentina sea del 35 por ciento, lo que supone el abandono temporario del AEC.
Las autoridades brasileñas consideran que esta decisión no acarreará problemas a las empresas de ese país que exportan hacia Argentina y que ahora tendrán que enfrentar productos procedentes de fuera del bloque. Tapias precisó que Brasilia aceptó las alteraciones arancelarias de Argentina a fin de ayudar a su principal socio en el Mercosur a vencer la crisis.
A pesar de estas medidas, el ministro brasileño precisó que el trabajo de los cuatro países miembros del bloque del Cono Sur para reducir la actual dispersión de los índices del AEC no se interrumpirá, y quedará concluido en julio, como se había previsto.
Por su parte, el embajador José Botafogo Goncalves, representante de Brasil para asuntos del Mercosur, recordó que la decisión brasileña de no oponerse al pedido argentino deberá ser sometida aún a los demás países miembros del bloque.
"No hay cómo tener un Mercosur en el que sólo un país crece, mientras los otros tres se ven con sus economías estancadas, todos tienen que crecer", dijo Botafogo.
Con el plan en marcha
La visita de los funcionarios argentinos parece haber despejado la preocupación de los empresarios brasileños, que temían ver obstaculizadas sus ventas a la Argentina. Ahora, por el contrario, no sólo respirarán aliviados, sino que hasta podrán aspirar a ganar algunas cuotas de las compras que realiza el país en el resto del mundo, según se esperanzaron fuentes privadas de Brasil.
El ministro de Economía Cavallo también explicó el sentido de la fijación de una tasa de nivel cero para la importación de bienes capital (maquinarias e informática) provenientes de países extra Mercosur, que no se produzcan en el bloque regional, para mejorar la competitividad de la industria argentina.