Alguien que estuvo en las entrañas del monstruo, como alguna vez manifestó el escritor y político cubano José Martí, fue Mauro Marchano. Su estadía de 15 días en uno de los clubes más poderosos del mundo, Manchester United de Inglaterra, se debió a un convenio entre Argentina y el país británico. Para el delantero de Rosario Central la experiencia fue inolvidable, aunque este acuerdo pudo haber tenido otro trasfondo que el futbolista ignoraba. "La posibilidad de viajar se dio por un intercambio deportivo entre Argentina e Inglaterra que firmó Carlos Menem con el príncipe Carlos. José Pekerman fue el encargado de elegir tres futbolistas y convocaron a Santiago Kuhl, de Argentinos Juniors, Julio Ortíz, de River Plate, y a mí". La duda surge si realmente era un acto de confraternidad o si se estaba intentando abrir un nuevo mercado. Quizás las declaraciones del mítico entrenador del Manchester, Alex Ferguson, sirvan para dilucidar la cuestión: "Esto es sólo el comienzo. A este proyecto le veo un gran futuro. Quince años atrás jamás habríamos pensado en intercambiar nada con la Argentina. Pero desde hace unos años estamos tratando de conseguir algún tipo de alianza con ellos, al igual que lo hicimos con Bélgica". Precisamente, el Royal Amberes de Bélgica, de la segunda división, recibe sudamericanos que pertenecen a la entidad inglesa aprovechando que en ese país las leyes son flexibles y, que con dos años de residencia, se consigue la nacionalidad belga, cosa que no ocurre con facilidad en el Reino Unido. Los ingleses se siguen expandiendo por el mundo, como lo hicieron con su ex colonia Sudáfrica, a la que ya no dominan políticamente, pero sí siguen explotando llevándose a menores para nutrir sus divisiones inferiores. Marchano, Kuhl y Ortíz pudieron haber sido utilizados para una ambición mayor. En tanto, Manchester sigue rastreando por el mundo donde clavar sus garras para alimentar su voracidad de futuros cracks.
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