Una idea innovadora propone solucionar problemas sociales

Un holandés creó Teaming, un plan que impulsa a los empleados a unirse en causas solidarias

Vanesa Valenti / La Capital

Ayudar siempre es una buena excusa para aunar voluntades. Cualquier donación, por mínima e insignificante que parezca puede resultar útil y vital para quienes necesitan mejorar alguna problemática. De eso se trata Teaming, una idea original creada por Jil Van Eyle, un economista holandés que aprendió de las situaciones adversas que le generó la vida e ideó una propuesta que contribuye al bienestar de los que más lo necesitan.

La iniciativa, que recientemente se presentó en Buenos Aires bajo el título de Teaming América Latina, se propone ser un modelo fácil de adoptar por los empleados de empresas locales o de cualquier otra parte del continente que se interesan en causas comunes. Asistieron miembros de organizaciones sociales, entidades educativas, empresarios y voluntarios, entre otros. La ponencia estuvo a cargo del propio creador de la idea y de Daniel Nocolini, presidente de la fundación El Staff que tuvo la iniciativa de contactar al economista para expandir la idea en esta parte del mundo.

Hacer Teaming es algo así como “hacer equipo”, armar un grupo. Mediante él, los empleados de alguna empresa se comprometen con alguna causa solidaria que ellos mismos seleccionan. Puede tratarse de una ayuda brindada a algún particular, como podría ser cualquiera de ellos que esté pasando por algún momento adverso, o puede destinarse a alguna fundación u organización no gubernamental. La materia prima para poder ayudar es una pequeña donación que cada empleado realiza por mes. Se trata de un aporte insignificante para el bolsillo particular que resulta vital en el total de la recaudación. Son los propios trabajadores los que deciden a quién ayudar y cómo hacerlo.

Según el propio Van Eyle, “Teaming es una manera de mejorarnos a nosotros mismos como personas y también una forma de solucionar los problemas del mundo”.

El plan no está librado al azar y funciona de manera sistemática. Un conjunto de reglas básicas deben cumplirse para evitar problemas. Todos los empleados que se propongan hacer Teaming deben manifestar su voluntad mediante la firma de un documento escrito e informar a la empresa sobre su decisión de ayudar, porque es la misma entidad la que se encarga de recaudar esas sumas de dinero que los empleados autorizan (Van Eyle propone que sean unos 4 o 5 pesos mensuales) mediante un descuento directo que realiza sobre el sueldo de cada uno.

“Me llamó la atención que había muchas ganas de ayudar con el Teaming. En América Latina hay una actitud muy solidaria, quizás porque los problemas y la pobreza se viven mucho más de cerca. Tengo esperanzas de que podemos enseñar que un proyecto como el Teaming es posible y que puede ayudar a mucha gente sin esfuerzo de nadie”, señaló Van Eyle. Teaming, nacido hace casi 10 años pretende ser en este momento una propuesta que oficie de modelo a seguir. Empleados de empresas europeas lo aplican desde hace tiempo con el fin de ayudar, contribuyendo a la felicidad no sólo de los que reciben, sino también de los quienes la propician.

“No se trata de ninguna ong ni fundación, sólo de una propuesta tomada por los propios empleados que pretende unir a muchos, por muy poco”, aclaró el economista holandés.