Francia debate cómo tratar a los abusadores sexuales

Distintos países ya probaron la castración química propuesta por el presidente Sarkozy

París.— El caso del pederasta reincidente Francis Evrard desató un debate en Francia sobre cómo tratar a los autores de delitos sexuales. El hombre de 61 años está acusado de haber abusado de un niño de cinco años después de salir de prisión a principios de julio. Para colmo, tras su detención, se halló entre sus pertenencias un envase de Viagra, que fue recetado por un médico de la cárcel.

   El presidente Nicolas Sarkozy se topó con el tema al regreso de sus vacaciones. Políticamente la situación puede convenirle. Durante su campaña electoral ya reclamaba penas más duras para los reincidentes. El mandatario comunicó el lunes los resultados de una reunión con sus ministros.

   En el futuro, dijo, los delincuentes sexuales no tendrán la posibilidad de reducir sus condenas. Antes de ser liberados, deberán ser revisados por varios médicos. Y si no quieren someterse a tratamiento, podrían ser ingresados en una institución cerrada. Finalmente, Sarkozy añadió: “Llámenlo castración química. La palabra no me da miedo”.

   La castración química supone la represión de los instintos sexuales masculinos a través de la ingesta de hormonas. En Francia ya se probó un medicamento que en un principio había sido desarrollado para tratar el cáncer de próstata.

   Estudios escandinavos demostraron que el porcentaje de reincidentes se redujo de más del 40% a un 5% con esta droga. Australia, sin embargo, rechazó el tratamiento de delincuentes sexuales con hormonas, argumentando que no existen pruebas de su eficacia. Hasta ahora, la castración química es posible en Suecia, Dinamarca, Canadá y ocho estados de EEUU.

   El caso de Francis Evrard posiblemente ocupe a la Justicia francesa durante algún tiempo. En el interrogatorio, el hombre admitió haber estado relacionado con 40 niños. En un principio, no quedó claro si se refería a abusos sexuales. Además, un vigilante de la cárcel relató que hablaba una y otra vez durante su prisión de que tras su liberación iría a países en los que sería “más fácil conseguir niños”.



Descontento. La propuesta de castración química no generó tanto descontento en Francia como la idea de que los delincuentes sexuales sean llevados a una institución cerrada una vez cumplida su condena “si no aceptan ser tratados”.

   “Estamos a punto de dar un paso hacia atrás de 30 años”, comentó la ex ministra de Justicia socialista Marylise Lebranchu. “Una sociedad restrictiva es una sociedad que genera violencia”, añadió. “En vez de encerrar a los delincuentes sexuales, más bien habría que evitar que reincidan. Por ejemplo, se los puede vigilar con tobilleras electrónicas”, propuso.

   Al padre del niño violado sólo le queda la rabia. “Si el médico realmente le recetó Viagra, entonces también debería ser encerrado”, dijo tras reunirse con Sarkozy. l