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 miércoles, 18 de abril de 2007  
Caso García Belsunce: mucamas muy limpias
Dos empleadas domésticas contaron cómo hicieron desaparecer pruebas vinculadas al crimen

Buenos Aires.- Dos mucamas admitieron ayer que luego del velatorio de María Marta García Belsunce limpiaron la casa donde habían asesinado a la mujer y que, a pedido de Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima, tiraron a la basura un pantalón manchado con sangre que pertenecía al viudo Carlos Carrascosa.

El testimonio coincidente lo dieron Mirta Molina, quien todavía continúa trabajando para el viudo y casi queda presa por falso testimonio, y Ema Benítez, que hasta 1999 iba a limpiar la casa del matrimonio tres veces por semana. Ambas fueron interrogadas en la 24ª audiencia del juicio que se sigue a Carrascosa, pero Molina incurrió en contradicciones u omisiones que beneficiaban al imputado y por eso el fiscal Diego Molina Pico reclamó su detención.


Mi patrón
Desde el momento en que Molina se sentó frente a los jueces quedó claro cuál iba a ser el perfil de la testimonial ya que aclaró que Don Carlos por Carrascosa era su patrón y que seguía limpiando una vez por semana la casa del country Carmel La mujer explicó que al día siguiente de la muerte de María Marta el 28 de octubre de 2002 fue al velatorio junto a Benítez y que allí prepararon y sirvieron café

Pero el punto central del interrogatorio del fiscal se centró en qué pasó después de que se fue la gente del velatorio. Molina contó que tanto ella como Benítez y el jardinero Fabricio Courreges se quedaron limpiando. "¿Por qué se puso a limpiar?" preguntó Molina Pico y la testigo contestó: "Porque es mi trabajo", pero luego recordó que fue Bártoli quien se lo ordenó.


Mal recuerdo
Benítez por su parte explicó que cuando los familiares y amigos fueron al cementerio de la Recoleta ella se quedó a limpiar porque escuchó que Carrascosa iba a venir a dormir a la noche Y recordó que había olor a sangre en el cuarto y que por eso decidió tirar todo porque era un mal recuerdo para la familia ver las sábanas donde la habían velado

Y reconoció que fue Bártoli quien antes de irse al cementerio le dijo: "¿Usted se va a quedar a limpiar? Tire un pantalón de Carlos que está en el cuarto de vestir". Según Benítez, ese pantalón "tenía sangre en la parte de adelante" y ella lo colocó en una bolsa junto con sábanas y toallas manchadas y la almohada de la cama.

Molina, en tanto, recordó que ese pantalón, así como una camisa blanca y una bombacha de campo de María Marta, estaban dentro de un "mueblecito" ubicado debajo del lavatorio y que las tres prendas estaban manchadas con sangre. Por ese motivo, señaló, ella lavó a mano y en lavarropas esas prendas, las zapatillas, también manchadas con sangre de la víctima, mientras que el pantalón de Carrascosa lo tiraron porque "no había quedado bien".

En otro tramo de los interrogatorios, las mucamas reconocieron haber limpiado manchas en la alfombra del dormitorio, en la pared -una de tres dedos con sangre al lado de la puerta- y todo el baño, donde había restos de sangre en la bañera, los azulejos y cerca del inodoro y el bidet. Para sus tareas, usaron detergente, lavandina, cepillos y hasta el limpiador de autos "Car Wash", lo cual prácticamente impidió recoger manchas de sangre de la escena del crimen cuando se descubrió que María Marta había sido asesinada. l (Télam)
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