Claves electorales en Santa Fe

Por Mauricio Maronna
Otra vez al peronismo le llueve sobre mojado antes de un período comicial clave para su destino. Nuevamente la oposición comete el desatino de buscar carroña electoral mientras la carroña real se pasea a su antojo por buena parte de la provincia. En el medio, cerró el plazo de inscripción de listas con los mismos vicios (aunque con otras modalidades) que se veían cuando la satanizada ley de lemas estaba vigente. Cambiaron los collares pero los perros no.

Algo sí faltó esta vez, aunque, de verdad, no se los extrañó: los opinadores todoterreno que adjetivaban sobre los mapas de lluvia, el "efecto palangana" de la ciudad de Santa Fe o la influencia del calentamiento global en el terreno demarcado por la bota. "Esto de las listas no les interesa a nadie", decían. Y pasaban al móvil.

La política (como figura en cualquier manual escolar) es lo que en definitiva sirve para cambiarle o arruinarle la vida a una sociedad. Todos los males de este mundo se superan con más y mejor política, con más y mejores candidatos, con más y mejores funcionarios. Que no salen de un repollo.

Pese a todas las presunciones en contrario, a las 23.30 del lunes, Agustín Rossi presentó con puntualidad british su lista de candidatos. Sin la presión de tener que contener a multitudes de intendentes, presidentes de comuna, legisladores de toda laya y operadores de tiempo completo, el presidente del bloque de diputados justicialistas armó un equipo que lejos está de ser un dream team pero que tampoco es una banda desafinada.

Nadie por estas horas puede desmentir que la escudería Obeid-Bielsa tiene todas las de ganar: se acurrucan en sus listas los aparatos más frondosos. El tan mentado viento de cola que Carlos Reutemann previno en diciembre del 2006.

Sorprende sin embargo que el reutemismo como tal no aparezca representado en las nóminas. Algo está claro: no hay reutemismo sin Reutemann. Está Alberto Hammerly como cabeza de lista a diputado provincial, Ricardo Spinozzi como precandidato a senador por General López, Juan Carlos Mercier como postulante a senador por La Capital, Federico Reutemann como mascarón de proa en el rossismo. Son las referencias más altas, pero legisladores que le han puesto el cuerpo a la balacera dialéctica de la oposición en todos estos años desaparecieron de la oferta para el 1º de julio, fecha de las internas. Laura Venesia es uno de los casos, apenas un ejemplo que sirve para ilustrar lo antedicho: una muy buena diputada que quedó al margen.

Apenas un nombre de tantos que brillan por su ausencia u otros que navegan de la mitad para abajo de las listas, como el caso de Jorge Lagna, pertinaz opositor al socialismo. ¿Cuántas sectas políticas hay en Santa Fe? Está claro que el senador dejó a su tropa en libertad de acción para que nadie levante el dedo acusador sobre su humanidad. ¿Ha muerto el reutemismo?


El caso María Eugenia
A las 5.30 de la mañana del martes tras litros de café consumidos y centenares de ceniceros que debieron ser vaciados el equipo oficial presentó su autopromocionado dream team con pocas sorpresas ¿ La eficaz María Eugenia Bielsa se conforma con una precandidatura a concejal Según dicen sus compañeros la probada ejecutividad de la vicegobernadora a la hora de ejercer el cargo no se compadece con su capacidad para armar estructuras políticas Y la arquitecta jugó fuerte para conseguir lo que quería Que no parece mucho de acuerdo a lo clave que resultó para sacar las castañas del fuego más de una vez

El obeidismo y el departamento Castellanos pusieron su impronta, la constante presencia de Juan Carlos Mazzón en la provincia no parece haberse inscripto en letras de molde y Rafael Bielsa (quizás por no conocer al dedillo el meandro de la política local) aportó nombres residuales.

Parece demasiado poco para quien tendrá la enorme mochila de defender primero a la gestión de gobierno y, si gana las internas, lograr que el peronismo festeje las bodas de plata en el poder. Los traspiés peronistas en Rosario hacen que sus principales precandidatos a la Intendencia no pertenezcan al partido, un dato no menor que cosquillea en varios estómagos de justicialistas pura sangre. Héctor Cavallero, del PPS, será el representante del oficialismo y Juan Sylvestre Begnis, radical él, del rossismo.

El Frente Progresista terminó de diseñar su lista con algunos trastornos internos que no fueron sacados a la luz. Un radical (Carlos Fascendini) será el primer precandidato a diputado provincial en desmedro de Eduardo Di Pollina, quien irá segundo en la lista. Ahí hubo peleas anestesiadas por la tradición del PS de no amplificar su interna.

"Binner quería a Antonio Bonfatti pero el partido lo bochó y puso a Di Pollina como postulante de la agrupación", afirma una fuente del oficialismo rosarino. El ex intendente, al fin el gran elector, decidió entonces por Fascendini, quien desde el inicio de la interminable comidilla con la UCR dio más vueltas que un avión sin radar.

En Santa Fe, Marta Fasino rompió el sueño de abroquelar una lista única y peleará la interna con Mario Barletta, de la Universidad del Litoral, verdadera task force capitalina del PS.


El tejido socialista
En Rosario Miguel Lifschitz bordó lo que a priori parece una buena estrategia una lista de concejales 100% socialistas y el resto de los aliados a pelear en la interna por un lugar en la marquesina a concejal De más está decir que las otras candidaturas a intendente Carlos Comi y Jorge Boasso son meramente testimoniales

Lo que hasta hace poco era la "lógica impecable" del ARI hoy es un compendio de luchas palaciegas, internas dentro de las internas y una ausencia que se hace sentir: Elisa Carrió le soltó la mano al partido, convertido en una bolsa de gatos.

Aparecen algunas cuestiones llamativas que corroboran que, aunque se cambie de sistema, lo que se necesita (cada vez más visiblemente) en la provincia es una mutación de nombres, rostros y prácticas. Un ex ministro de Gobierno, ex candidato a intendente, a vicegobernador y a tantas otras cosas (Esteban Borgonovo) se contentó con estar número 11 en la lista de Rossi, por debajo de presidentes comunales de localidades de poco más de 5.000 habitantes. Así como el mito dice que Rafa Di Zeo, líder de la barra de Boca, escapó alguna vez del cerco policial descendiendo por una sábana, algunos personajes políticos locales se aferran a otra sábana para lograr un cargo.


Filtraciones y fugas
Tres incógnitas surfean el mapa santafesino Roxana Latorre pese a las descalificaciones puso una ambulancia en cada unidad básica y completó una grilla que se sabrá a la hora de la general cuánto daño hará en la humanidad del Frente para la Victoria La senadora tiene un estrecho vínculo con Cristina Fernández de Kirchner

Oscar Cachi Martínez es candidato a intendente de Santa Fe, también por afuera de la nomenclatura, y aprovechará el pésimo momento de Martín Balbarrey, para arrebatarle la reelección. Seguro es que, al menos, le producirá al peronismo una filtración. Desde la vereda de enfrente (no se sabe bien si en la acera opuesta al justicialismo o al Frente Progresista) el sello UCR, con Alicia Tate-Juan Carlos Millet, sueña con que el "efecto Entre Ríos" se difumine por estos lares y pegue el batacazo.

En la provincia litoraleña, con todas las encuestas en contra, se posicionó en segundo lugar y dejó relegado al pankirchnerismo o a los radicales K, como se los pretenda llamar.

Pasando en limpio: cada voto a Latorre o al Cachi Martínez son voluntades que se les escurrirán al justicialismo; cada boleta para Tate opera del mismo modo contra Binner.

Tras el tiempo de rosca, armado de elencos y ensayo general, es hora de decir: arriba el telón para la política santafesina.

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