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 domingo, 08 de abril de 2007  
Curiosa protesta carioca contra inusitada violencia
Mil militantes de una ONG se acostaron en Copacabana. Mil asesinatos en tres meses

Una manifestación organizada por la entidad “Río de Paz” llevó ayer a las calles de Río de Janeiro a mil personas que, vestidas de negro y acostadas a lo largo de la principal avenida de Copacabana, simbolizaron el número de homicidios ocurridos en los tres primeros meses del año en la ciudad brasileña.

  La medida de protesta, que interrumpió el tránsito del tradicional barrio carioca por unos minutos, fue una forma de “dimensionar lo que sucedió en tres meses” en la ciudad, explicó el presidente de la organización no gubernamental (ONG), Antonio Carlos Costa.

  “Fue más fácil asesinar mil personas en 90 días que Romario hacer mil goles, porque Romario encontró defensores interesados en impedírselo, pero la sociedad carioca no tiene ninguna defensa”, agregó, aludiendo a la marca histórica que, según sus cuentas, el atacante del Vasco da Gama viene intentando alcanzar, hasta ahora sin éxito.

  Hace un mes, la misma organización clavó en las arenas de la playa de Copacabana 700 cruces de madera, una por cada víctima de violencia hasta esa fecha en 2007.

  Costa anunció que la entidad pretende realizar una nueva manifestación cada 500 homicidios ocurridos en la ciudad.


Religiosos amenazados
Por otra parte, diez religiosos de la Iglesia Católica brasileña, entre ellos tres obispos, sacerdotes y monjas, vinculados a cuestiones sociales y ambientales en la Amazonia, se manifestaron ayer “preocupados” por el aumento de amenazas de muerte que recibieron.

Según datos de la Secretaría Nacional de Derechos Humanos y de las pastorales sociales de la región amazónica brasileña, el Estado de Pará, donde en 2005 fue asesinada por terratenientes la misionera estadounidense Dorothy Stang, es la provincia con mayor número de religiosos amenazados de muerte, que se elevan a cinco, seguida por Rondonia, con tres, y por Mato Grosso, con dos.

En Pará, el obispo de Xingú, Erwin Krutler, y el fraile dominicano y abogado Henri des Roziers, quien trabaja en la Comisión Pastoral de la Tierra de ese estado, se ven obligados a realizar las visitas pastorales en compañía de agentes de seguridad de la Policía Militar. l (Reuters y AP)
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