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 domingo, 08 de abril de 2007  
Un esloveno nadó el Amazonas de punta a punta
Martin Strel, de 52 años, inició su periplo en Perú y cubrió 5.265 kilómetros

Luego de 5.265 kilómetros de agotamiento, insolaciones, delirio y pirañas, un esloveno de 52 años completó exitosamente ayer el nado del río Amazonas, para romper el récord mundial de distancia que él mismo había fijado tres veces anteriores.

Luego de nueve semanas, Martin Strel llegó cerca de la ciudad de Belem, capital del estado selvático de Pará, para concluir una jornada que inició en Perú el 1º de febrero en la fuente del segundo río más largo del mundo.

Para el jueves por la noche, estaba sufriendo mareo, vértigo, hipertensión, diarrea, náusea y delirio, de acuerdo a su página en la internet. Pero a pesar de tener dificultades para mantenerse de pie y que su médico le ordenó que no nadase, Strel estaba obsesionado con finalizar su odisea e insistió en nadar de noche.

"Ha llegado al punto cero", dijo Borut Strel, hijo de Martin y coordinador del proyecto, por teléfono desde la Amazonia. "Va a haber una ceremonia el domingo en Belem, pero él terminó hoy (por ayer)".

Hablando por teléfono satelital durante una pausa a bordo de su embarcación de apoyo, Strel padre dijo que las cosas se volvieron más duras a medida que se acercaba a Belem.


Remontando mareas
El final ha sido lo más difícil hasta ahora dijo He estado nadando menos kilómetros a medida en que me acerco a la meta Las mareas oceánicas tienen una gran influencia en las corrientes del río y a veces son tan fuertes que me empujan hacia atrás

Dijo que tuvo suerte de escapar a encuentros con pirañas, a otro temido pez que chupa sangre e incluso a tiburones que nadan en aguas poco profundas y pueden vivir un tiempo en agua dulce.

Calambres, hipertensión, insomnio crónico, infecciones con larvas, deshidratación y rozaduras le atormentaron frecuentemente.

Strel, que perdió unos 11 kilogramos durante la travesía, dijo que en ocasiones sintió tanto dolor en los brazos, el pecho y las piernas "que no podía salir del agua por mi propia cuenta".

Las quemaduras por el sol fueron el mayor problema en la primera mitad de su aventura.

Apenas días después de comenzar su jornada, el nadador sufrió quemaduras de segundo grado en el rostro y la frente, y su equipo temió que se infectaran. La situación fue tal que Strel consideró abandonarlo todo cuando aún estaba en Perú. l (AP)
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