La sorprendieron mientras dormía y le robaron cerca de 20 mil pesos

Tras despertar a la víctima, de 66 años, dos ladrones la amenazaron para que entregara sus ahorros.

La luz tenue de una linterna encandiló a Blanca Ortiz ayer a la madrugada, mientras dormía en una de las habitaciones de su casa de la zona sur. Quien sostenía el aparato era un intruso que había entrado junto a un cómplice a la vivienda. Sorprendida, apenas si pudo escuchar cuando los recién llegados le anunciaban sus intenciones: "Queremos la plata". A merced de los asaltantes, la mujer no tuvo otra alternativa que entregarles a los delincuentes 12 mil pesos, 2.500 dólares y alhajas que había atesorado a lo largo de su vida.

Blanca tiene 66 años y vive sola desde que falleció su esposo en una casa ubicada del pasaje Blanque al 1400 (a la altura de Corrientes al 3300). Cerca de las 3.30 de ayer, descansaba en una pieza cuando la sobresaltaron unos ruidos "extraños". Presumió que habían entrado ladrones e intentó llamar a la policía, pero apenas tuvo tiempo de levantar el auricular del teléfono: enseguida, uno de los intrusos le ordenó que saliera de la cama.

"Tapate con alguna ropa y andá al baño", le dijo uno de los hombres. Dormida y sorprendida, Blanca sólo atinó a caminar hasta el baño iluminada por la luz de una linterna que sostenía uno de los maleantes. Allí quedó inmovilizada. "Me ataron las manos con un precinto plástico y me pusieron una media en la boca para que no gritara".


Amenazas
Enseguida llegó la pregunta de rigor ¿ Dónde está la plata Blanca primero no respondió pero los maleantes respondieron a su silencio colocándole una bolsa de nailon en la cabeza y agregando una frase amenazante Si no decís dónde tenés la guita te volamos la cabeza

Aturdida, Blanca les indicó a los maleantes el sitio donde guardaba el dinero: un viejo mueble que está en la habitación. Allí, los ladrones recogieron 12 mil pesos, 2.500 dólares y joyas que pertenecían a la víctima y a su madre.

En los escasos diez minutos que los asaltantes estuvieron en la propiedad también tuvieron tiempo para husmear la cocina, pero no se llevaron nada de allí.

Cuando la mujer se percató de que los visitantes se habían marchado, se liberó de las ataduras. Cortó el precinto que inmovilizaba sus manos con un cuchillo de cocina y fue hacia la cocina. Allí se contactó con la policía para denunciar el atraco. "No pudo comunicarme con el teléfono que está en la pieza, porque le cortaron el cable", recordó.

Un rato después, comprobó que los malhechores se habían llevado los ahorros que había acumulado junto a su esposo luego del periplo de la pareja en los Estados Unidos. l

Blanca fue asaltada ayer a la madrugada en su casa de la zona sur.