Año CXXXVII Nº 49399
La Ciudad
Política
Economía
La Región
El Mundo
Información Gral
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 25/02
Mujer 25/02
Economía 25/02
Señales 25/02
Educación 24/02
Autos 28/12
Estilo 16/12

contacto

servicios
Institucional



 viernes, 02 de marzo de 2007  
Velaron a una mujer que resultó ser una desconocida

"Mamá, no llores tanto que esta no es la tía", dijo Graciela en la sala velatoria al verla desconsolada. La frase, mezcla de libreto de tragicomedia e ironía del destino, estuvo destinada a la hermana, corta de vista, de una mujer fallecida que no era precisamente la del féretro. La señora se secó los ojos y descubrió que su hija tenía razón. El llanto cesó.

Amalia Angela García, de 92 años, murió el lunes, cerca de las 17, en el policlínico Pami II. Cuando luego su familia llegó al velorio descubrió que la anciana del ataúd era otra, una desconocida.

Fue una sobrina de la mujer quien hizo el reconocimiento del cuerpo en el centro asistencial y esperó la llegada de la cochería para que trasladara los restos.

No obstante, los familiares decidieron esperar hasta el martes a la mañana para realizar el velatorio. Mientras tanto, la cochería Caramuto se comprometió a guardar el cuerpo en su local de Córdoba y Riccheri. A las 9.30 del día siguiente, en medio de una lluvia intensa, los familiares de Amalia llegaron al velorio y se encontraron con que en el féretro había una nonagenaria, pero ignota.

El personal de la cochería pidió disculpas y no tuvo mejor idea que ofrecer a los deudos ocho vales para desayunos en compensación por el mal momento vivido.

"Esperen porque seguramente debe existir una confusión de salas velatorias", dijeron los responsables de la empresa fúnebre.

Pero la demora se extendió por una hora y media, situación que llamó la atención a Graciela. "¿Por qué tanto?", se preguntó si es que sólo habría habido un cambio de salas.

En diálogo con La Capital , la mujer estimó "que fue un error de la cochería, porque en el Pami se reconoció el cuerpo y porque la espera se hizo realmente larga".

La sobrina de Amalia también señaló que los deudos de la anciana nunca se enteraron de quién era el cuerpo que estaban velando equivocadamente y supuso: "Seguramente la familia de la señora desconocida debió haber estado buscándola durante toda la noche que nosotros decidimos demorar el velorio".
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados