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 miércoles, 20 de septiembre de 2006  
Asesinato de una maestra. Se escondía en un hotel y trabajaba cmo mozo el hombre más buscado de la provincia
Un detenido por la muerte de Daniela Sparvoli
Tiene 28 años y su ADN coincide con el del semen hallado en el cuerpo de la docente. Al momento del hecho era mecánico en una metalúrgica de Las Parejas y manejaba un utilitario similar al visto por testigos

Jorge Salum / La Capital

Un hombre de 28 años oriundo de Cañada de Gómez fue detenido ayer en la localidad mendocina de General Alvear imputado de ser el principal sospechoso del crimen de la docente Daniela Cintia Sparvoli, violada y asesinada el 12 de mayo de 2003 en un camino vecinal de Cañada de Gómez. Aunque el episodio que motivó la detención del acusado fue un robo a mano armada ocurrido el 15 de agosto pasado, voceros de la policía santafesina afirmaron ayer que está "seriamente comprometido" con el homicidio de la maestra porque un examen genético al que fue sometido en diciembre pasado habría probado que los restos de semen hallados en el cadáver de la víctima coinciden "en un 100%" con su ADN. Según trascendió, el sospechoso será trasladado a Cañada de Gómez ni bien la justicia mendocina haga lugar al pedido que la jueza del caso, Ana María Bardone, tramitaba anoche después de confirmar el arresto.

Sparvoli fue vista por última vez frente a la estación de servicios ubicada en Moreno y la ruta 9, en Cañada de Gómez, cuando subió a un pequeño utilitario. Como todos los días, volvía a dedo desde la humilde escuela de Villa Eloísa donde daba clases hasta su casa de Carcarañá. Pocas horas más tarde, y ante la falta de noticias sobre ella, su familia la reportó como desaparecida. Un día más tarde, tapada por ramas y a la vera de un camino de tierra que une Cañada de Gómez con Bustinza, el cuerpo de la maestra apareció semidesnudo y con evidentes signos de haber sido violada y estrangulada.

El hombre detenido ayer en Mendoza se llama Juan Pablo Carrascal y tiene 28 años. La policía de esa provincia respondió el pedido de colaboración hecho por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de Santa Fe, a cargo de la pesquisa desde el mismo día del crimen, y con un dato certero sobre su posible destino. Lo encontraron en un hotel y lo sorprendieron mientras se bañaba. El hombre no se resistió al arresto y luego de enterarse por qué lo buscaban quedó alojado en la comisaría de General Alvear. Al requisar la habitación, los investigadores hallaron entre las cosas de Carrascal un pistolón calibre 14 y cinco cartuchos intactos.

Carrascal es oriundo de Cañada de Gómez, pero hace un tiempo vivía en la ciudad de Las Parejas. Allí está radicada la metalúrgica para la que trabajaba como mecánico y mantenía un relación sentimental con la hija del dueño. En la época en que la maestra fue violada y asesinada conducía un utilitario Renault Express de color azul como el que describieron algunos testimonios de la causa. Incluso, poco después del crimen el mismo tuvo que declarar como testigo del caso y, según fuentes de la pesquisa, en ese momento "no aportó absolutamente nada" de interés.

Más adelante volvió a ser interrogado por los detectives de la TOE, que insistían en ponerlo bajo la lupa por algunos datos que manejaban sobre su pasado, pero aún así nunca había conseguido elementos suficientes para otorgarle la categoría de sospechoso en el expediente del caso.

Todo comenzaría a cambiar a partir de una decisión tomada a fines del año pasado por la jueza de Instrucción de Cañada de Gómez, Ana María Bardone, quien ordenó extraer muestras de sangre a todas las personas que habían estado vinculadas de alguna manera a su investigación para hacerles exámenes genéticos de ADN y comparar las muestras con los fluidos que se hallaron en el cuerpo de Sparvoli. Bardone tuvo los resultados de esos análisis hace apenas un par de semanas y entonces supo, según contaron ayer a este diario distintas fuentes del caso, que Carrascal es el hombre que buscaba.

En este orden, ayer el secretario de Instrucción del juzgado de Cañada de Gómez, Rodolfo Zvala, confió a La Capital que "la magistrada (Bardone) ordenó la detención luego de saber con exactitud el resultado de ADN ciento por ciento positivo" y agregó que Carrascal "figuraba como uno de los tantos sospechosos y por eso pedimos su ADN".

Pero al conocerse el resultado de los análisis, Carrascal ya estaba bajo la lupa de la policía por otro motivo. Es que en Cañada de Gómez la policía sospechaba que podía ser el autor de un robo a mano armada contra un ex empleador suyo y su esposa. Claro que para los investigadores de la TOE nunca dejó de ser alguien a quien había que seguir de cerca. Y entre los datos que tenían en cuenta para insistir con esa pista figuraba un hecho ocurrido en 1999 que guarda similitudes con el caso Sparvoli, aunque con distinto desenlace: fue el ataque a otra joven abordada por el conductor de un vehículo, también en Moreno y ruta 9 de Cañada de Gómez, y que estuvo a punto de ser violada.

Esa chica logró escapar, y con los datos que aportó la policía comenzó a sospechar de Carrascal, quien llegó incluso a estar como imputado pero finalmente quedó desvinculado del caso porque nunca se halló evidencia que probara su autoría.

Por eso, cuando hace 15 días se enteraron de los resultados de la prueba de ADN que había ordenado la jueza Bardone, los investigadores de la TOE no se sorprendieron. Entonces comenzaron a seguirle los pasos, y a través de una serie de escuchas telefónicas empezaron a sospechar que se ocultaba en Mendoza. Ayer a la mañana finalmente lo confirmaron: el hombre al parecer trabajaba en un bar o restaurante que se llama Cuca Bar, en General Alvear, y hacia allí partió una brigada de tres detectives casi al mismo tiempo que la jueza Bardone enviaba un pedido de colaboración a la policía mendocina para que lo detuviera, cosa que finalmente ocurrió poco después del mediodía de ayer.

Carrascal permanecía anoche alojado en una comisaría de General Alvear y un juez mendocino aguardaba el exhorto de su colega Bardone para decidir si autorizaba o no su traslado a Cañada de Gómez. Fuentes del caso dijeron que los trámites podrían demorar uno o dos días y que el sospechoso podría llegar a la ciudad santafesina entre mañana y pasado.
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