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 miércoles, 21 de junio de 2006  
En celeste y blanco. Familias enteras expresaron emociones y recuerdos
Una fiesta rosarina que conservó todo su fervor tanto para propios como visitantes
Se lucieron los tres tractores oruga que en 1965 arribaron al Polo Sur como parte de la primera expedición argentina

Silvia Carafa / La Capital

El día arrancó con movimiento acotado pero movimiento al fin. Sin clases, con asueto administrativo, y aunque a las 10 la ciudad ya tenía su pulso habitual el fervor estaba puesto en otro lado: en el acto del Monumento que congregó a rosarinos entusiastas y a visitantes festivos. Desde temprano la gente buscó un lugar y se dispuso a participar, una vez más, de lo que viven como un legado intransferible, el homenaje a la bandera.

En las gradas o de a pié, familias enteras, jóvenes y abuelos bordearon la avenida Belgrano para ver el plato fuerte: el desfile. Este año, entre otros debutantes, participó por primera vez uno de los tres tractores oruga que en 1965 arrivaron al Polo Sur en la primera expedición argentina a ese continente.

También por primera vez llegó una delegación del Instituto Superior de Formación Policial de Rawson, Chubut, que no cabía en sí de orgullo por haber sido invitados para jurar la bandera. Y desde Neuquén, el grupo de escolares que abrió el desfile, sin contar los centros tradicionalistas que se hicieron presentes desde localidades vecinas.

"Venimos por respeto a la bandera", dijo una nena junto a su hermanita con atuendo gauchesco bajo la mirada satisfecha de la mamá que trajo a su familia desde Pueblo Esther, para desfilar a caballo. De más edad pero también en familia y desde Carcarañá, los correntinos Gabriel y Rafael, de poncho, bota y bombacha, junto a su madre Cesárea, no ocultaban su alegría. "Es un orgullo ser argentinos y damos gracias a Dios por haber nacido en esta tierra bendecida", afirmaron.

"Me puse el gorro, la camiseta de la selección y una bandera", comentó Sergio, un joven vendedor de praliné, entre el fútbol y el fervor cívico, para quién el día de la bandera es algo hermoso y "gracias a Dios, es rosarino". Desde Villa Constitución, en familia, Sergio Bachelli, Daniela, Candela y Zoe seguían con atención la ceremonia. "Es la primera vez que venimos, siempre quisimos hacerlo", comentaron.

Para la delegación de la Cruz Roja que participó del desfile, cada año se vuelve a repetir el mito "nos juntamos y de alguna manera representamos el momento de la creación de la bandera". Desde Concordia, Susana, Ester y Fructuosa, emocionadas, llegaron para acompañar a la escuela de policía de la que participan niños y jóvenes, de 6 a 18 años.

Con trajes naranja y bordó del gato de nieve desfilaron Ricardo Cepi y Julio César Ortiz, dos de los diez argentinos que en 1965 llegaron por primera vez al Polo Sur para reafirmar la soberanía. Y evocaron el día en que allí en el eje de la tierra, izaron la bandera que hoy está en el Monumento.
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