Año CXXXVII Nº 49130
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales
Ovación Mundial


suplementos
ediciones anteriores
Página Solidaria 31/05
Turismo 28/05
Mujer 28/05
Economía 28/05
Señales 28/05
Educación 27/05
Autos 25/05
Salud 17/05

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 04 de junio de 2006  
Adentro del horror

Novela. Abril rojo, de Santiago Roncagliolo. Alfaguara, Byuenos Aires, 2006, 208 páginas, $ 36.

El grupo maoísta Sendero Luminoso ha venido generando muertes y represión desde hace décadas en el Perú, con una propuesta política confusa que tiene como epicentro el ascenso al poder del mitificado "presidente Gonzalo" (quien, por otra parte, hace años que está en cautiverio) y la creación de un Estado comunista que, de existir, haría palidecer al que creó y destruyó Pol Pot en Camboya, con millones de muertos.

Esto es así porque Sendero basó su estrategia en captar adherentes mediante una suerte de mística que mezclaba concepciones marxistas-maoístas considerablemente enfebrecidas con leyendas y creencias indígenas, a la que sumaba un terror sin parangón. Aún hoy, los restos que quedan de Sendero y que siguen actuando en zonas andinas del Perú mantienen esa delirante y cruel praxis política.

Esta introducción tiene sentido porque sobre esa realidad, compleja, cargada de sevicias, corrupción y muertes, se asienta "Abril rojo", la novela de Santiago Roncagliolo. La ficción se desarrolla en Ayacucho, zona en la que Sendero tuvo fuerte presencia durante considerable tiempo, entre marzo y abril del 2000, época en la que Alberto Fujimori buscaba -utilizando métodos nada escrupulosos- la reelección que finalmente consiguió.

El comienzo jocoso de la novela engaña, para el que mucho incide el fiscal Félix Chacaltana Saldívar, protagonista excluyente del relato quien se caracteriza por escribir puntillosos informes para las autoridades, que nunca leen, mientras trata de ajustar vida y conducta a una ley y a un orden que, después se verá, en esa región perdida brillan por su ausencia.

Así planteadas las cosas, Roncagliolo podría haber caído en la trampa de reiterar un esquema ya transitado por su connacional Mario Vargas Llosa, especialmente en "Pantaleón y las visitadoras". También el propio personaje podría haberlo llevado al estereotipo o hecho reducir a la novela a la comedia de equívocos, pero el escritor adopta en cambio el inteligente criterio de ir modificando el "color" del relato al que va adensando y ennegreciendo a medida que la acción avanza y que la "realidad" rodea hasta casi ahogar a Chacaltana.

Este es un ser frágil, diríase de "otro tiempo", ingenuo, de carácter débil, quien se empecina en resolver un crimen, uno de los tantos, ocurrido en Ayacucho. En este caso el de un anónimo cadáver que apareció calcinado y sin un brazo en la vivienda de un campesino.

A partir de ese momento Chacaltana tratará de dilucidar el enigma al que le seguirán otros, en una seguidilla de muertes espantosas que se enlazarán con la conmemoración de la Semana Santa que en Ayacucho tiene características especiales.

Así, Roncagliolo terminará articulando un casi inesperado thriller recargado por la brutalidad de Sendero y de la represión, las ancestrales creencias indígenas y las católicas que devendrán en un complejo y sangriento sincretismo religioso, todo lo cual terminará envolviendo y apresando al fiscal a quien le resultará muy difícil superar la incertidumbre.

En el camino habrá, como se dijo, muchas muertes terribles -todos los cuerpos aparecerán mutilados- y una constante confusión política porque nada está claro en ese ambiente macabro en el que se confunden guerrilleros y un ejército devenido represor y en el que cada cual, Chacaltana incluido, sólo intenta sobrevivir.

Escrita apuntando al gran público, extensa también, "Abril rojo" muestra a Roncagliolo dueño de un pulso firme que le permite llegar a buen puerto con su relato que -eso sí- sólo muestra desdichas.

"Trabajo sobre las emociones -ha dicho el escritor- me interesó transmitir esa inmersión en el horror". Damos fe de que lo ha conseguido.

C.R.M.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Marcas. la historia reciente de Perú encierra la tragedia del terror y la pobreza.

Notas Relacionadas
Las fisuras de la historia oficial


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados