Año CXXXVII Nº 49112
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Salud
Mundial


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 14/05
Mujer 14/05
Economía 14/05
Señales 14/05
Educación 13/05
Salud 10/05
Página Solidaria 10/05
Estilo 29/04
Autos 27/04

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 17 de mayo de 2006  
Ladrones toman como rehén a una familia en Quilmes

Buenos Aires.-Cuatro delincuentes tomaron como rehén a una familia en su casa de Quilmes esta madrugada durante cuatro horas, en las cuales amenazaron con secuestrar al hijo menor y con cortarles dedos con un hacha hasta que, rodeados por la policía y tras un enfrentamiento a tiros, fueron detenidos.

Los miembros de la familia, un matrimonio, sus tres hijos y la abuela de estos, fueron liberados ilesos, luego de haber transcurrido horas de terror mientras policías y un grupo Halcón con helicópteros hizo un cerco en la zona y logró apresar a los asaltantes, con fuertes antecedentes delictivos.

Uno de los ladrones resultó herido en el tiroteo y fue detenido junto a otros dos, mientras el cuarto logró escapar.

La policía de la comisaría primera de Quilmes y el grupo Halcón, que intervinieron en un gran operativo de rescate, constataron que los ladrones, que tenían en su poder un verdadero arsenal, eran buscados por otros asaltos violentos en la zona.

La pesadilla de la familia Bagnarelli comenzó alrededor de las 22 de anoche, cuando el padre, Daniel, de 49 años, llegaba en su camioneta a su casa, en la calle Alsina 587, casi esquina Belgrano, en plena zona residencial de Quilmes, y un grupo de delincuentes lo amenazó y entraron tras él.

Los ladrones llegaron en un auto Renault Clío verde robado, en cuyo interior la policía encontró un verdadero arsenal, que incluía un fusil Fal, una ametralladora y una escopeta, además de varios revólveres y pistolas y un chaleco antibala.

Al irrumpir en la elegante casa de dos plantas, se encontraban en el interior la esposa de Bagnarelli, Laura Lorenzatti, de 45 años; la madre de ésta, Norma Castellarin, de 79, que vive en la casa lindera, y los tres hijos del matrimonio de 20, 18 y 10 años.

El hijo mayor, Martín, relató a radio Mitre que su hermano estaba hablando con su novia por teléfono cuando irrumpieron los ladrones y alcanzó a avisarle a la chica, que llamó a la policía.

De inmediato dos patrulleros de la comisaría primera llegaron a la casa pero fueron recibidos a tiros, por lo que pidieron refuerzos y pocos minutos después se desplegó un gigantesco operativo con la participación del grupo Halcón, que cerró varias cuadras a la redonda para cercar a los ladrones.

Un jefe policial relató que los delincuentes "fueron sorprendidos cuando pretendían huir tras haber consumado el robo pero volvieron a la casa al ver que el personal policial los rodeaba", dijo el comisdionado de la seccional local.

Señaló que entonces llegó el grupo Halcón y dos negociadores dialogaron con los delincuentes para que se entregaran hasta que después de un enfrentamiento en el que uno resultó herido, otros dos fueron apresados pero el cuarto alcanzó a escapar.

El grupo Halcón ingresó a la casa pasdada la medianoche por el jardín del fondo, explicó el policía, luego de que se aseguraran que la familia víctima de los delincuentes estaba a resguardo de los disparos.

Allí detuvo al delincuente herido y a otro que estaba con él, mientras a un tercero lo encontraron escondido en una casa lindera.

Martín Bagnarelli relató las horas de tensión que vivieron, principalmente cuando comenzaron a exigir dinero y en la casa sólo tenían 800 pesos, fruto de los ahorros de uno de los hijos del matrimonio, más 500 pesos que les llevó la abuela de su casa, que se conecta con la copada por los delincuentes por los jardines.

Los ladrones "estaban a cara descubierta, todos tenían entre 25 y 30 años, eran de baja estatura y contextura mediana", relató Martín, quien dijo que estaba leyendo en el escritorio de su casa cuando entró un hombre que él creyó que era un amigo de su padre.

"Me dijo que fuera con él y yo pensé que era una broma", dijo Martín, quien señaló que en ese momento el ladrón no mostró el arma.(DyN)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados