Giménez no vio un penal a Newell's y cobró otro a Vélez que no fue

Si en el Coloso el hincha rojinegro se arrojó el derecho a la bronca por los penales que cobró Horacio Elizondo, ayer la irritación tuvo causa justificada. Porque Daniel Giménez perjudicó notablemente al equipo de Pumpido al no cobrar la pena máxima en una doble infracción clara en el área de Vélez con el partido en cero y sancionar uno que no fue a favor de los locales para empatar, cuando aún los rojinegros tenían posibilidades.

El juez y su primer asistente no tuvieron el ojo tan rápido como Horacio Elizondo y Rodolfo Otero en el partido de ida en el parque Independencia. Aquella vez, a Vélez le dieron dos penales claros pero muy finitos. Anoche, ni Daniel Giménez ni Gilberto Tadeo observaron las dos infracciones dentro del área que ocurrieron antes de los veinte minutos en la misma jugada. Y encima el Sargento le obsequió el empate a Vélez cuando Castromán se tiró aparatosamente en el área ante el cierre de Ré.

Todo comenzó a los 17', en un pase de emboquillada que le dio Ortega a Scocco. Bustamante se le anticipó a medias, la pelota le quedó al delantero rojinegro de espaldas a Sessa y entonces metió una mediachilena. Venía entrando Steinert pero pese a que la pelota le sobraba fue empujado claramente por Pellerano. Ese fue el primer penal. El segundo pasó inmediatamente. Por el otro palo entró Peralta, quien cabeceó incómodo porque Bustos lo tenía agarrado de la camiseta. El balón casi se le mete a Sessa pero Giménez debió cobrar la falta.

Y como para caldear aún más los ánimos leprosos, después de la correcta expulsión de Husain (dos faltas inútiles del Turco que correspondieron amarillas), Castroman entró al área por derecha y en un gran esfuerzo Ré se la pellizcó desde atrás. El delantero cayó como fulminado y Giménez, después de mirar a Tadeo, cobró penal, el tercero de la serie, el que más justificó la enorme bronca de todo el pueblo leproso.