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 viernes, 21 de abril de 2006  
Ley de la calle. Ayer se requirió la presencia tanto de la policía como de la Guardia Urbana
Taxistas violentos: el Concejo exige un control más férreo en la Terminal
La agresión a un tachero que no es habitué de esa parada encendió la polémica en el Palacio Vasallo

La autoritaria exclusividad que se atribuye un grupo de taxistas para trabajar en la Terminal de Omnibus y que ya tuvo ribetes violentos, repercutió ayer en el Concejo Municipal. Horas después de que un tachero denunciara que fue golpeado por colegas que habitualmente paran en ese lugar la polémica se trasladó al Palacio Vasallo, desde donde se exigió un mayor control oficial. Así, mientras desde el socialismo se pidió "incrementar la presencia policial", la oposición reclamó más agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM). Mientras tanto, las paradas de Cafferata y Santa Fe parecen ser patrimonio exclusivo de la Cooperativa de Trabajadores de Taxis Mariano Moreno Limitada, una asociación que caducó en 1998.

Lo que empezó a las piñas en la Terminal, siguió ayer con un acalorado debate en el Concejo. La agresión que sufrió el taxista Gustavo Beatriz cuando intentó levantar a una familia en Cafferata y Santa Fe sin ser un habitué de la parada, disparó una enérgica reacción del arco opositor.

La voz cantante la llevó el justicialista Arturo Gandolla, quien presentó un proyecto solicitando una mayor presencia de la GUM en las paradas de taxis. "La vigilancia hay que aplicarla en todas las esquinas donde los taxistas se adueñan de las paradas. Este control podría ser un papel concreto para que realizara la GUM", remarcó.

La respuesta no se hizo esperar. Desde la bancada oficialista salió al cruce Horacio Ghirardi, quien destacó que "el control de la seguridad en las paradas de taxis es un problema que no le compete a la Municipalidad, sino a la policía".

Lo cierto es que la intervención sirvió de imán para cosechar las críticas que surgieron desde el arco opositor, que se hizo eco de la remanida problemática del servicio de taxis en la ciudad. Un problema al que el municipio no logra dar solución y que reaparece a diario, cuando en horas pico las unidades desaparecen y en los feriados brillan por su ausencia.

"Se pretende posicionar a la ciudad como turística y en la puerta de la terminal los taxistas se agarran a las piñas. No hay ningún control", refunfuñó un opositor desde su banca.

Así, y después de un acalorado debate, se aprobó un proyecto solicitando una mayor vigilancia en la Terminal.


Un secreto a voces
La supuesta exclusividad de ciertas paradas de taxis que se adjudican algunos choferes es un secreto a voces entre titulares de licencias y peones. Y por más que desde el municipio se remarque que "todas las paradas son libres", sucesos como el que padeció Beatriz en la Terminal no hacen más que demostrar lo contrario.

Es más, hasta el propio presidente de la cooperativa que se adjudica una presunta exclusividad del servicio en ese lugar remarcó esta situación. En diálogo con La Capital, Pedro Ruggeri, había destacado que algunos integrantes de la cooperativa hace más de 40 años que paran en el lugar y "son como los dueños".

"Si fuéramos una mafia estaríamos presos. Esto es libre, pero tenemos un derecho adquirido, yo hace 20 años que estoy acá y otros trabajan desde hace 40, es como si fuésemos los dueños. Cuando no hay autos entra cualquiera, el tema es cuando nos amontonamos todos, ahí empieza la pelea", remarcó Ruggeri.

Lo concreto es que la entidad que preside Ruggeri no tiene "nada que ver" con la Terminal de Omnibus, tal cual lo aseguró la gerenta general de la estación, Fabiana Cid, quien remarcó que la cooperativa de taxistas "caducó en el 98".

No obstante, el logo de la cooperativa sigue en la puerta de unas 60 unidades que paran en la Terminal y cuando Beatriz intentó levantar pasajeros se encontró con la férrea y violenta oposición de algunos de estos choferes.

Por ahora, y mientras desde el Sindicato de Peones de Taxis reconocen que las paradas de la Terminal hace tiempo que "se heredan", el municipio investiga la agresión que sufrió Beatriz.

La Dirección de Transporte ya apuntó el descargo del taxista y ahora buscará esclarecer el episodio.
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Una cooperativa de taxistas que caducó en el 98 se adjudica la exclusividad de las paradas de Cafferata y Santa Fe.

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