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 viernes, 24 de marzo de 2006  
Plan de lucha. Si no existen respuestas satisfactorias, la huelga será por 72 horas en Semana Santa
Ahora los colectiveros paran el jueves y el viernes próximos
La UTA insiste en un aumento del 36 por ciento. Para Lifschitz, el reclamo elevaría el boleto en 20 centavos

Lucas Ameriso / La Capital

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió ayer llevar adelante un paro por 48 horas para el jueves y viernes de la semana próxima en los servicios urbano e interurbano de colectivos y ya está votada otra medida por 72 horas para Semana Santa. La resolución del sindicato se produjo frente a la falta de respuestas satisfactorias al pedido de incremento salarial de un 36 por ciento al básico de los choferes. Además, el titular del gremio en Rosario, Manuel Cornejo, consideró “imposible” establecer una conciliación obligatoria que pueda congelar la medida de fuerza y afirmó que el incremento salarial “significaría sólo diez centavos más en la tarifa”. Por la noche, el intendente Miguel Lifschitz cruzó al sindicalista al afirmar que el impacto salarial en el boleto “sería de 20 centavos”, y criticó el paso al costado que realizó la Secretaría de Trabajo santafesina al desentenderse del conflicto en el transporte.

  La reunión de ayer en la sede que la UTA tiene en 27 de Febrero y Buenos Aires duró lo que un suspiro. Allí, y por unanimidad, los 38 delegados de los servicios urbanos e interurbanos definieron la continuidad del plan de lucha. La postura de los colectiveros parece inflexible y permanece firme hasta lograr el 36 por ciento de aumento al básico. Esto significaría un incremento de entre 500 a 600 pesos por trabajador del volante.

  “Resolvimos un paro de 48 horas para jueves y viernes de la semana que viene”, informó Cornejo para luego enviar un guiño: “Se hace esto para otorgar un poco más de plazo a la parte empresaria, para ver si se puede destrabar el conflicto. Estamos abiertos al diálogo”.

  Horas después Lifschitz analizó la resolución de UTA y valoró el oxígeno que otorgó el gremio. “Nos preocupa que se profundice una medida de fuerza de estas características con las consecuencias que acarrean los paros en el transporte; pero a su vez advertimos un gesto positivo de la dirigencia gremial en el sentido de postergar el anunciado segundo paro. Nos da unos días más para destrabar la situación”.

Sin conciliación
En otro orden de cosas, Cornejo consideró “imposible” la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación porque “a nivel nacional la conciliación obligatoria vence el martes que viene, pero además no es su competencia. Así, nos queda esperar que antes del jueves surja una nueva propuesta”.

  Sobre este punto, Lifschitz indicó anoche “tener todo preparado para poner en marcha esta medida”, pero se lamentó de la “interpretación que hace el secretario de Trabajo santafesino, Alberto Gianneschi, de decretar su falta de competencia cuando todos los antecedentes indican que en otros casos anteriores se intervino y en forma muy eficaz”.

  Es más, el jefe comunal recordó haber recurrido a este organismo siendo secretario de Servicios Públicos en varias oportunidades. “Ha cambiado el criterio pero igual manejaremos esta herramienta como última instancia”, insistió el funcionario.

El impacto en la tarifa
Otro punto de desencuentro entre la UTA y el Palacio de los Leones es la discusión en torno al impacto que puede general el aumento del 36 por ciento de los salarios en el costo del boleto.

  “No todo lo que va en el aumento va a nuestros bolsillos, lo que nosotros pedimos significaría sólo entre nueve a diez centavos en el costo del transporte”, afirmó el gremialista para poner en cifras la situación: “Son tres mil choferes y por cada uno se pide una recomposición al básico de unos 600 pesos”.

  Lifschitz le salió al cruce. “No es así, cuando se cargan todos los costos sociales y los adicionales de todos los ítems salariales que cobran los choferes el impacto es mayor: está orillando los 20 centavos y resulta un impacto considerable sobre el costo del boleto”, precisó el intendente.

  El paro por 48 horas ya está en la calle y los choferes van por más. A la medida de jueves y viernes se sumaría otra huelga, esta vez por 72 horas prevista para Semana Santa. “Lo lamentamos mucho porque los usuarios son trabajadores como nosotros. Me enteré que en barrio Las Flores están buscando camiones como sistemas alternativos ante los paros, y me parece perfecto”, afirmó Cornejo, sobre el anuncio de vecinalistas de morigerar el impacto del paro en el presentismo de los trabajadores de la zona sur de Rosario con transporte propio.


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Cornejo dejó abierta una puerta al diálogo.

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