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| sábado,
18 de
marzo de
2006 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Evidentemente no todo en el país está bien, Candi.
-Ni me lo diga.
-La renuncia del gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo. "por motivos personales"...
-¿Motivos personales? Ja, ja, ja, ja. No me haga reír Inocencio.
-¿Y cuáles son los motivos para usted?
-Para mí y para todos se trata de razones estrictamente políticas. Evidentemente hubo un fuerte roce entre Acevedo y Kirchner, y el primero, en mi opinión, decidió irse dando un portazo y dejándolo muy mal parado políticamente al presidente.
-Desde luego que algunos opositores aprovecharon la ocasión para despotricar, como Lilita Carrió, y desde el gobierno no se hicieron esperar las réplicas: el ministro del Interior, Aníbal Fernández, contraatacó a la líder del ARI al calificarla de "carancho" y "ave de rapiña" porque "busca sacar ventaja" de la crisis política que atraviesa la provincia del presidente.
-¡Qué país este! Realmente no quiero ser pesimista, pero me pregunto: ¿Qué futuro de grandeza puede tener un país cuyos líderes actúan de semejante manera? Hagamos un repaso de la situación.
-¿A ver?
-En el país de la carne los señores de la cadena productora y comercializadora piensan únicamente en los beneficios personales que les reporta la exportación y hacen sucumbir con precios altos al mercado interno. En una medida con la que yo coincido, el gobierno eleva las retenciones primero y suspende las exportaciones después. Aquí vemos la clásica e histórica desaprensión que caracterizó a ciertos productores y empresarios argentinos, a los que históricamente les importó un pito la economía y la necesidad del pueblo y sólo pensaron en ellos.
-Siga, con lo que queda demostrado que la culpa no la tuvo en este país sólo el gobierno.
-Pero por supuesto. Segundo: así como yo personalmente adhiero a esta medida, no puedo menos que coincidir en que este gobierno mantiene gran parte de la economía subsidiada. ¿Qué significa esto? Que para mantener los precios y las tarifas muchas cosas se subsidian, es decir pone la plata el Estado. Un ejemplo concreto, entre muchísimos, son los combustibles y el precio del boleto en todas partes. ¿Cuánto puede durar una economía en donde el Estado tiene que regalar gasoil para que no aumente el boleto?
-Pero el boleto aumenta lo mismo. Porque ya verá usted que aunque Rosario recibe gasoil gratis el boleto aumentará, como aumentan solapadamente otras cosas en este país.
-Tercero: muchos economistas están advirtierndo que el gasto está siendo mayor de lo que entra. Cuarto: No hay inversiones, porque ninguna empresa extranjera quiere aterrizar en este país. ¿Usted invertiría aquí?
-No, y tampoco invierten muchos argentinos que no ven seguridad jurídica.
-¿Y qué seguridad jurídica puede haber en un país en donde un vicepresidente renuncia una vez abandonando el barco, es cuestionado por propios y extraños, y se lo designa con el tiempo en el Mercosur; qué seguridad jurídica cuando el gobernador de la provincia del presidente se manda a mudar porque se enoja con su jefe; qué seguridad cuando el presidente siendo gobernador envía los fondos de su provincia al exterior y la historia se convierte en el cuento de la buena pipa? ¿Cómo puede haber seguridad jurídica cuando muchas empresas y empresarios piensan sólo en sus ganancias y ponen en práctica el bochornoso principio de que el fin justifica los medios; cómo puede haber seguridad jurídica cuando el poder político se la pasa de campaña (oficialismo y oposición, todos y en todas partes)? Y no nos desliguemos de nuestras propias responsabilidades, Inocencio, ¿cómo puede haber seguridad jurídica cuando nosotros elegimos mal, apasionadamente y a veces engañados?
Candi II
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