El día después. Desde la Casa Rosada aseguran que la medida implica "un manto de certidumbre"

El gobierno defendió la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario

Confían en la llegada de capitales luego del pago al FMI. Dura réplica a las críticas de la oposición

El gobierno defendió ayer la cancelación anticipada de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y salió al cruce de los principales referentes de la oposición, que cuestionaron el contenido del anuncio realizado el jueves por el presidente Néstor Kirchner.

El decreto que dispone la afectación de las reservas para saldar la deuda será considerado en el Senado el miércoles próximo. En tanto, España comprometió su apoyo a la operación y Brasil felicitó a la Argentina, en una jornada financiera con nítidos rasgos negativos por parte de los inversores.

El primero en dar cuenta de las razones del gobierno fue el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien vaticinó que, de ahora en más, se generará "mayor confianza" en la Argentina.

Al respecto, el funcionario subrayó: "Que un deudor consuetudinario liquide su deuda deja ver que el país posee una fortaleza distinta y tiene más clara su proyección macroeconómica".

Kirchner había anunciado la decisión de saldar antes de fin de año 9.810 millones de dólares que la Argentina adeudaba al Fondo con las reservas existentes en el Banco Central.

Para el jefe de Gabinete, el país "recuperó su credibilidad frente al mundo porque se esfuerza en el ahorro, que lo utiliza para pagar sus deudas y, mediante esa medida, recupera su autonomía".

Fernández destacó que las reservas que se utilizarán son "de libre disponibilidad" y que en el Central quedarán 18.000 millones de dólares que respaldan el circulante existente en el país.

"Por encima hay un excedente de 9.000 millones de dólares. Son las reservas que se llaman de libre disponibilidad, pero no pueden ser usadas para cualquier cosa sino para cumplir obligaciones externas", precisó.

A su turno, el ministro de Interior, Aníbal Fernández, dijo que la decisión "trae beneficios porque independiza la responsabilidad de la toma de decisiones", al recordar que el país sufría "monitoreos permanentes e interferencias" de parte del organismo multilateral.

Según Fernández, ahora "se ingresa a una política monitoreada únicamente por el presidente, muy firme y dura respecto de la situación en la que están los argentinos, con una fuerte política monetaria, superávit fiscal y una decisión de seguir ahorrando reservas".

El ministro señaló que en los últimos meses el FMI dejó en claro que "no tiene la voluntad política de colaborar con la Argentina", luego de haber destinado "10.000 millones de dólares para el blindaje (financiero) y el megacanje" del gobierno de Fernando de la Rúa.

También resaltó el ahorro que significará la medida, estimado en "842.000.000 de dólares, fruto de los intereses que no se pagarán por haberse cancelado con anticipación". Acerca de las inversiones, sentenció: "Esto trae un manto de certidumbre".

Del conjunto de críticas y reparos de la oposición, Fernández apuntó a la diputada del ARI, Elisa Carrió, al sorprenderse por "el profundo desconocimiento de esta mujer, a lo mejor hasta por odio de las decisiones que se están tomando".

El titular de la cartera política enfatizó que las palabras de Carrió le parecieron "un espanto". Y sugirió: "Pregúntenle a ella cómo habría hecho para resolver esta situación".

La líder arista había manifestado su oposición a pagar la deuda con el Fondo "a través del superávit fiscal a costa de la redistribución de los ingresos entre los argentinos". También salieron a la luz divergencias entre los economistas, mientras que la Iglesia habló de un hecho "realmente positivo".

La CGT de Hugo Moyano apoyó "la decisión soberana" de Kirchner, al tiempo que los diputados nacionales del Frente para la Victoria-PJ expresaron su satisfacción por el anuncio.

Desde Estados Unidos, el embajador José Octavio Bordón aseguró que en ese país "hay una visión muy positiva". El titular de la Comisión de representantes del Mercosur, Carlos Chacho Alvarez, evaluó en Bolivia que la decisión de la Argentina y Brasil de saldar sus deudas con el Fondo fortalece a la región. Para el BID, se trata de una actitud "soberana".

Kirchner espera que el pago de la deuda con el FMI redunde en inversiones.