Deglución infantil: chupete restringido

María Laura Favarel / La Capital

"El uso prolongado del chupete o de la mamadera y la succión de los dedos provoca deformidades en la boca que dan lugar a la llamada deglución atípica, una forma de tragar que luego genera dificultades de dicción y respiración bucal", explicó a Mujer la fonoaudióloga Mónica Sessa. En todos los casos se debe a una posición inadecuada de la lengua que repercute en problemas de formación de los músculos y los huesos de la cara.

Al nacer, la boca es una de las zonas de percepción más activas y comparte con la faringe funciones como la deglución, la respiración y el habla. En el lactante la lengua se coloca entre las encías, descansando entre los labios para tragar. El pezón o tetina se comprimen por la elevación de la lengua y la mandíbula, y los labios y las mejillas se contraen formando un "sellado". Esta es la deglución infantil.

A los 18 meses, cuando sale el primer diente y comienzan los movimientos de masticación, la deglución alcanza relativa madurez, como sucede en los adultos. Cuando es correcta, la lengua ya no se asoma entre los dientes sino que la punta se apoya contra la parte anterior del paladar, inmediatamente detrás de los incisivos superiores, efectuando una fuerza centrífuga que guiará el buen desarrollo de los arcos dentarios.

La forma de tragar infantil puede mantenerse hasta los cuatro años. La especialista señaló que pasado este tiempo "se estaría en presencia de una deglución atípica".


Ortodoncia y algo más
Cuando existen hábitos como uso del chupete, succión de los dedos o del labio inferior prolongados más allá de los 3 ó 4 años, se origina la malformación en el paladar. La lengua toma una posición inadecuada y se lentifica. En algunos casos se inhibe el adecuado desarrollo óseo facial. Generalmente se producen alteraciones en los dientes y muchos acuden al odontólogo para corregirlas mediante una ortodoncia.

Sin embargo, esto sólo no soluciona el problema. Generalmente muchos se someten al tratamiento con ortodoncia y al tiempo de haberlo concluido los dientes tienden a la malformación inicial. Esto sucede porque faltó un trabajo a nivel muscular, cuestión que abordan los fonoaudiólogos.

La deglución atípica se puede prevenir. Para ello conviene observar a los niños cómo respiran, si tienen la boca abierta, si está respirando con los labios entreabiertos, si hace ruido al comer, si a la noche ronca o babea su almohada. Estos son indicadores de que es un respirador bucal.

Otra de las recomendaciones de los fonoaudiólogos son acortar el período de uso de las tetinas y de los chupetes; incorporar alimentación sólida (que los niños puedan masticar porque la fuerza de los músculos ejerce un impacto entre el crecimiento hueso-diente), además de incluir alimentos duros, secos y fibrosos.

La deglución atípica siempre es reversible, no importa la edad, y se soluciona a través de un cambio de hábitos y de un tratamiento fonoaudiológico.