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 domingo, 06 de noviembre de 2005  
Fiesta popular en torno al milagro de Mailín
Cantantes y artesanos pondrán el marco callejero de los ritos religiosos en Villa La Ribera, sede del festejo popular que nació en Santiago del Estero

La fiesta religiosa del Señor de Mailín, de una fuerte trascendencia y convocatoria en su Santiago del Estero de origen, tiene sus ecos en la cercana Villa La Ribera. Desde hace once años, la comunidad que pertenece a la localidad de Andino - 30 kilómetros al norte de Rosario- inscribió en su tradición el festejo del Mailín Chico, que será este año entre el 11 y 13 de noviembre. La celebración religiosa forma parte de los festejos populares que alrededor de las misas y procesiones celebra con puestos artesanales y de comidas típicas durante todo el fin de semana.

El festejo comienza con una misa y cena a la canasta a la que concurre, en su mayoría, gente de la villa. El sábado comienza la llegada de los peregrinos desde las localidades más cercanas. Tras misas y agradecimientos, la fiesta se muda a la calle, donde se encuentran los puestos de artesanos y comidas.

A la noche, la distensión se acompaña con "la serenateada", un conjunto de danzas y canciones populares abierta a los intérpretes que llegan al festejo. El cierre del día es un gran baile popular gratuito.

El domingo es la "pisada" del Señor de los Milagros del Mailín, una ceremonia de despedida en la que los peregrinos pasan debajo de la imagen de la cruz hallada en Santiago hacia el último tercio del siglo XVIII.

La cruz del Señor de los Milagros fue un hallazgo del santiagueño Juan Serrano, a quien la tradición apodó el Forastero. Serrano encontró la cruz en el hueco de un añoso algarrobo, en la localidad de Mailín, y no pudo moverla, aún con la ayuda de los vecinos con quienes intentó llevarla hasta su casa.

Serrano y sus compañeros resolvieron no alejarse mas de este lugar y construir una pieza que habilitaron como capilla provisoria para rendir culto a la imagen. Un año después montones de objetos y dinero ocupaban el pequeño rancho. A partir de ese momento, la noticia corrió entre los fieles que convirtieron el lugar en centro de su devoción y fiesta popular. Cada año, el hallazgo se festeja en Mailín. Y ese mismo entusiasmo el que impulsa a la comunidad de Villa La Ribera a festejar el Mailín Chico.


Ruinas jesuíticas
El entorno de Villa la Ribera cobija las ruinas abandonadas y saqueadas de una de las mayores estancias jesuíticas que se asentaron en territorio santafesino. Los jesuitas santafesinos fueron los últimos en abandonar el país cuando el Rey Carlos III decidió la expulsión de los religiosos en 1768, cuando pensó que su influencia política y social podía ser una amenaza para la corona.

Armando Auzmendi es un contador que impulsa la investigación de este espacio junto a un grupo de profesionales abocados a la posibilidad de hacer efectiva la preservación de las ruinas de la Estancia San Miguel del Carcarañal y su cementerio .

"Las ruinas están 35 kilómetros al norte de Rosario, sobre las márgenes del río Carcarañá, en un sector que limita con los pueblos de Aldao, Andino y Timbúes", explicó Auzmendi.

Algunas piezas rescatadas de ese predio se encuentran en el Convento de San Lorenzo. "Se trata de piezas de alfarería de origen americano y africano, ya que entre la población de la reducción también había negros". El investigador señaló que "los huesos de algunos de esos miembros de la compañía se encontraron al aire libre".

Auzmendi contó que los jesuitas se establecieron una capilla, un monasterio y un molino de granos en 1720, en una estancia muy extensa, difícil de medir en hectáreas y con límites que aún no pueden ser establecidos con certeza, pero que comprendía desde Rosario hasta Las Parejas.

El rescate y preservación de las ruinas engendran la esperanza de afianzar en el lugar un circuito religioso y turístico. Para Auzmendi, Sería algo parecido al rescate de las ruinas de Cayastá, en Santa Fe La Vieja. El investigador recordó que otras ruinas de la Compañía de Jesús han sido declaradas Patrimonio Histórico de la Humanidad. Y que la Estancia San Miguel, fue una de las más importantes que se establecieron en Santa Fe.
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La cruz de Mailín.

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