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 domingo, 06 de noviembre de 2005  
Editorial
Pequeños ejemplos que sirven mucho

Eludiendo los parámetros individualistas instaurados en los años noventa, son cada vez más los ciudadanos que participan en acciones concretas en beneficio del prójimo. Tanto en los estudiantes que reciclan muebles para donarlos a escuelas como en los vecinos que reconstruyeron el Apeadero Sur es posible percibir el sano impulso de la solidaridad colectiva.

La crisis argentina es algo más que cifras que indican alto desempleo, masiva pobreza o preocupante inflación: se relaciona de modo directo con la instalación del egoísmo y la indiferencia como pautas sociales. Pero los vientos están cambiando en la Nación y las modificaciones no sólo se producen y perciben a nivel de las grandes decisiones políticas o económicas sino en la conducta cotidiana de la gente, que parece haber emergido del abismo individualista en que se había hundido durante los infaustos años noventa.

Varias noticias publicadas durante el transcurso de los últimos días por este diario entregan ejemplos concretos y valiosos de ese mencionado viraje colectivo hacia la solidaridad. Tanto entre los alumnos del Instituto Politécnico que reciclan muebles usados para donarlos a escuelas de la ciudad como en el grupo de vecinos que recuperó y reconstruyó el destruido Apeadero Sur, pasando por los jóvenes que realizan acciones urbanas para mejorar la convivencia ciudadana, es posible detectar un impulso que reconoce un origen común: la preocupación por el prójimo. Tan elogiable punto de partida fue la base para entrar en acción sin vacilaciones y sin esperar otra recompensa que la satisfacción por el deber cumplido.

Acaso pequeños si se los piensa desde una errónea perspectiva "macro", se trata en verdad de síntomas positivos emitidos por un cuerpo social que quiere y podrá recuperarse.

Otro elemento trascendente y que debe ser adecuadamente valorado en relación con este tema es que sin dudas se vincula con el tan reclamado renacimiento de la devaluada cultura del trabajo. En tal sentido, justamente, y por constituir un hacer concreto, lo hecho por estas personas se opone a la declamación vacía y contraproducente que emana de otros ámbitos, en muchos casos con una posición "progresista" como pobre fundamento del abandono del puesto laboral.

Por el contario, quienes generosamente intervinieron en las acciones descriptas entregan un ejemplo edificante de cuál es la manera de contribuir con efectividad a producir un cambio social auténtico y duradero: con trabajo, trabajo y más trabajo.


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