Año CXXXVIII Nº 48924
Política
La Ciudad
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Señales
Turismo
Economía
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 30/10
Mujer 30/10
Economía 30/10
Señales 30/10
Educación 29/10
Salud 26/10
La otra mirada 22/10

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 06 de noviembre de 2005  
Un feroz debate sobre cómo enseñar la evolución del hombre divide al país
Estados Unidos se vuelve hostil a la ciencia
Los académicos acusan al gobierno de Bush de influir en la población que rechaza teorías científicas clave

Alan Elsner

Washington. - Un encarnizado debate sobre cómo enseñar la evolución del hombre en las escuelas secundarias de Estados Unidos está provocando una crisis de confianza entre los científicos, y algunos importantes académicos advierten que la propia ciencia está siendo atacada. Es más, a la hora de hablar de culpas, la comunidad científica del país apunta contra la administración de George W. Bush.

La polémica nace a partir del creciente apoyo al llamado "diseño inteligente", una corriente que sostiene que la teoría de la evolución aceptada por la gran mayoría de los científicos es fatalmente defectuosa. Los que adhieren al "diseño inteligente" sostienen que ciertas formas en la naturaleza son demasiado complejas como para haber evolucionado a través de la selección natural, y deben haber sido creadas por un "diseñador", quien puede ser, aunque no necesariamente, identificado como Dios.

En las últimas semanas, tanto el presidente interino de la Universidad de Cornell como el decano de la Facultad de Medicina de Stanford hablaron del tema y advirtieron en términos dramáticos sobre las consecuencias a largo plazo.

"Entre las fuerzas más significativas se encuentra la creciente postura anticiencia, cuyo núcleo parece estar en Washington, pero que se extiende por toda la nación", dijo Philip Pizzo, de Stanford. Por su parte, el presidente interino de Cornell, Hunter Rawlings, aseguró que el debate está ampliando fisuras políticas, sociales, religiosas y filosóficas en la sociedad estadounidense. "Cuando la división ideológica reemplaza al intercambio bien fundado, se produce el dogma y quien lo sufre es la educación", afirmó.


Parte de la religión
En los últimos cinco años, la comunidad científica pareció a menudo estar en desacuerdo con el gobierno de Bush sobre temas como el calentamiento global, la investigación en células madre y la protección ambiental. Destacados científicos acusaron a la administración Bush de politizar la ciencia, buscando dar forma a los datos de acuerdo a sus propias necesidades, ignorando otras investigaciones.

Los cristianos evangélicos y fundamentalistas construyeron una posición de poder dentro del Partido Republicano. Ningún republicano, incluyendo a Bush, puede darse el lujo de ignorar sus posturas. Esto quedó ilustrado a comienzos del 2005 en el caso de Terri Schiavo, cuando los republicanos aprobaron una ley para mantener a esta mujer en un persistente estado vegetativo en contra de los deseos de su marido, y Bush se pronunció a favor de "la cultura de la vida".

El debate sobre si el "diseño inteligente" debe ser enseñado o incluso mencionado o no en las escuelas durante las clases de biología, está siendo abordado en una corte de Pensilvania y en varios distritos escolares en todo el país.

El directorio de la escuela de Dover, Pensilvania, fue demandado por los padres, respaldados por la Unión Americana por las Libertades Civiles, después de que la institución le ordenara a sus docentes leer a sus alumnos una breve exposición que expresaba que la teoría de la evolución no es un hecho comprobado y que tiene fisuras.

Kenneth Miller, biólogo de la Universidad de Brown, cree que la retórica del movimiento antievolucionista resultó en la apertura de una brecha entre una gran proporción de la población que practica el cristianismo fundamentalista y la ciencia. "Esto aleja a los jóvenes de la ciencia. Básicamente les dice que no deben confiar en la comunidad científica y que deberían abandonar sus principios de fe si quisieran convertirse en científicos, lo que no es para nada cierto", comentó.

Durante años, las encuestas demostraron que la mayoría de los estadounidenses no están de acuerdo con las teorías científicas clave. En octubre, una encuesta de CBS encontró que el 51 por ciento de los entrevistados creía que los humanos eran creados en su forma actual por Dios. Un 30 por ciento dijo que su creación había sido guiada por Dios, y sólo un 15 por ciento pensaba que los humanos habían evolucionado de formas de vida menos avanzadas a lo largo de millones de años.


Cero en matemáticas
"Cuando le preguntamos a la gente qué sabe sobre ciencia, menos del 20 por ciento parece poseer nociones científicas", dijo Jon Miller, director del centro para la comunicación biomédica de la Universidad de Northwestern.

Miller también sostuvo que la ciencia y especialmente las matemáticas están mal enseñadas en la mayoría de las escuelas de Estados Unidos, lo que conduciría a una escasez de buenos científicos y a una ignorancia científica general.

Los estudiantes de escuelas estadounidenses tienen un bajo rendimiento en exámenes internacionales de matemáticas y ciencia. En la actualidad, un tercio de las plazas disponibles en ciencia e ingeniería son llenadas con estudiantes extranjeros y no por estadounidenses, debido a la falta de candidatos. (Reuters)


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados