Año CXXXVIII Nº 48902
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 09/10
Mujer 09/10
Economía 09/10
Señales 09/10
Educación 08/10

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 15 de octubre de 2005  
Hola y chau. El gobernador echó a su ministro Coordinador por sus dichos contra Reutemann. Un día antes le había tomado juramento
El ministro Rossi le duró menos de 24 horas a Obeid
El jefe de la Casa Gris tuvo que ceder a la presión de parte del PJ santafesino y la Casa Rosada y se quedó sin su Coordinador

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

Si el gobernador Jorge Obeid no expulsaba ayer a Sergio Rossi, aun cuando apenas 22 horas antes lo había ungido como ministro Coordinador, su administración habría entrado en la pesadilla del aislamiento que le hubiese implicado la ruptura que el reutemismo y el gobierno nacional se encargaron de advertirle.

Las huestes del senador nacional salieron en bloque a defender el honor de su jefe, a quien Rossi había ofendido horas antes de asumir endilgándole la condición de "menemista". Para dejar en claro que estaban dispuestos a pasar a la acción hicieron fracasar las sesiones legislativas del jueves y trascender la decisión de que romperían con el gobierno provincial.

A ese preocupante escenario se sumó una comunicación de la Casa Rosada y la decisión le fue impuesta al mandatario santafesino de modo inexorable y destemplado.

Así es que, convertida en una metáfora brutal, la obligada expulsión deja expuesto al gobierno de Obeid a una amarga paradoja: el recambio ministerial que anunciara en procura de un "fortalecimiento institucional" se convirtió en el mismo exiguo plazo que le durara su nuevo ministro en otro abalorio de un muestrario de desaciertos políticos, según se entiende en el partido gobernante.

En la tarde del jueves se conocieron declaraciones de Rossi en las que textualmente le había dicho al diario El Litoral de Santa Fe: "Me sumé a esa propuesta (por Obeid) y no a la de Reutemann. Reutemann es un dirigente que participó del menemismo y que logró el milagro de atravesar ese tránsito por su contacto con la sociedad. Pero yo nunca compartí sus políticas: tengo mucha más afinidad histórica e ideológica con Obeid".

A la mañana siguiente ya se había pronosticado que esos dichos abatirían un temporal sobre la Casa Gris, al estar del inocultable malestar entre los allegados a Reutemann.

Para capearlo, al promediar la mañana del jueves Rossi ensayó todos los atenuantes posibles, y al momento de jurar en el Salón Blanco le entregó a Obeid un sobre con su renuncia escrita.

El sobreabundante gesto (que Obeid al momento de hablar destacó como loable mientras blandía el sobre al aire) se convirtió en una profecía autocumplida ayer poco antes de que el agrimensor rosarino -a quien para entonces desde su apodo, que alude a un batracio anuro, hasta sus pasos por diferentes vertientes políticas habían sido denunciados desde diversas y enojadas usinas peronistas- pudiera calentar la silla de su nuevo empleo.

En el discurso de su toma de posesión, Rossi había elogiado las óptimas condiciones de la provincia atribuyéndolas a los logros de los gobiernos de Reutemann y Obeid. Pero los efectos de esas palabras fueron inocuos.

Para entonces su caracterización de Reutemann ya había impactado en la Casa Rosada, desde la que un encumbrado ministro reclamaba ofuscado saber "de dónde salió este ganso", tal como revelara este diario en su edición de ayer.


Fortalecimiento debilitado
De este modo, la "nueva etapa de fortalecimiento" imaginada por el gobernador terminaría arrastrada por la vertiginosa campaña electoral en la que el PJ está empeñado en instalar la sensación de que su candidato, Agustín Rossi, está disputando voto a voto el resultado al socialista Hermes Binner.

Según se explicó ayer a este diario, todo se trató de un juego de táctica y estrategia. Agustín Rossi, el candidato del presidente Néstor Kirchner y primo del breve Sergio, se viene empeñando en vincular a Binner con el frustrado gobierno aliancista de Fernando de la Rúa. Y Binner contrarresta golpeando a su principal motor peronista provincial, el senador Reutemann, cuyo apoyo califica de esencial, con el mote de menemista. El mismo que usara el Rossi desterrado en sus declaraciones al vespertino santafesino.

A hora temprana, Obeid llegó ayer a su despacho. Quienes lo conocen advirtieron en su rostro que se avecinaba un día difícil, de esos en los que el humor del mandatario en nada contribuye a sobrellevar. La tarde anterior había estado en Buenos Aires. Fue allí donde habló con La Capital y afirmó que las declaraciones de su hasta entonces flamante ministro Coordinador eran "presuntas", a la vez que acusó al diario El Litoral de haber realizado una "operación electoral" con su publicación "una semana antes de las elecciones".

A la oficina del gobernador llegaron detrás de él sus más estrechos colaboradores. Pasadas las 11.30 fue llamado Rossi para escuchar el veredicto. Después del mediodía salió convertido en todo un récord y desempleado. "No voy a hacer declaraciones", repitió una y otra vez a los periodistas que lo azuzaron con preguntas a su paso, sin éxito. Su breve arribo al primer nivel de la Casa Gris ya significaba para el gobierno no sólo una pelea desatada en la interna del peronismo sino un papelón frente a la sociedad.


Michlig se hace cargo
Fuentes del gobierno provincial dijeron ayer a este diario que nuevamente, como aconteciera desde que Julio Barberis abandonó el Ministerio Coordinador, el viceministro Rubén Michlig quedará al frente de la cartera y que el mandatario se tomará un tiempo para encontrar otro titular.

La situación incluso movió a la que en la interna peronista, algo más distendida, encontrara un resquicio en el humor: "El gobernador necesita tiempo; tiene que digerir un sapo indigesto", se decía con malicia. Difícilmente le haya causado gracia al mandatario provincial al enterarse del chiste.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Rossi, cuando abandonaba ayer la Casa Gris tras serle aceptada la renuncia.

Notas Relacionadas
Binner dijo que es una muestra de "debilidad"

Obeid, en sintonía con el Lole

Todo excelente

El reutemismo se aquieta tras ganar la batalla



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados