Kirchner sigue pegándole duro a Duhalde

El presidente le advirtió a la "corporación política" que privilegiará su "contacto directo con la población"

El presidente Néstor Kirchner advirtió ayer que no permitirá que la "corporación política" se interponga en su relación con la gente y ratificó que recibió de su antecesor Eduardo Duhalde "un país absolutamente devastado".

"A mí no me van a colocar ningún by pass en el medio para conectarme con la gente. Las viejas corporaciones políticas han hecho mucho daño político al país y es mejor el contacto directo con la población para alcanzar las soluciones mucho más rápido", aseveró Kirchner.

En ese marco, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, salió en defensa del estilo comunicacional del presidente, cuestionado por otorgar escasas entrevistas al periodismo, y aseguró que Kirchner no "elude" el contacto con la prensa.

"El presidente ha elegido un modo de comunicación que evidentemente no está rechazado por la gente porque, si fuera rechazado, tendría un nivel de adhesión mucho menor", señaló el jefe de ministros.

Por otra parte, el jefe del Estado volvió a denunciar "trabas a su gestión" y ratificó que "nadie me va a hacer claudicar en las convicciones", durante un acto de anuncio de obras públicas y subsidios por más de 17 millones de pesos para la localidad bonaerense de Moreno realizado en la Casa Rosada.

"Estoy abrazado y emparentado con el pueblo argentino, no me voy a dejar intermediar por la corporación política, que dice que está bien si primero arregla con nosotros", insistió.

Acompañado en el acto por su esposa y candidata a senadora bonaerense, Cristina Fernández, Kirchner calificó al gobierno de Duhalde como "una transición meramente institucional" y reiteró que le dejó "un país absolutamente devastado con muchísimas asignaturas vitales pendientes".