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 jueves, 12 de mayo de 2005  
Gravísima imputación. Se iniciará una auditoría a partir de las revelaciones sobre acomodo de la hija del decano
La UNR investigará la denuncia de tráfico de influencias en Derecho
El caso cayó como una bomba en la facultad. Para algunos estudiantes, se trata de una "práctica común"

La escandalosa denuncia de tráfico de influencias en la Facultad de Derecho motivó que las autoridades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) resolvieran iniciar en forma urgente una investigación sumarial. La decisión, que se traduce en una auditoría a la facultad y su decano, Ricardo Silberstein, se tomó apenas se hicieron públicas grabaciones de charlas telefónicas en las que primero la esposa y luego la hija del decano Silberstein pidieron al subsecretario estudiantil, Emiliano Díaz, que gestionara el ingreso de la chica como alumna regular en dos materias para las que no había obtenido el mérito académico suficiente.

La inminente investigación no fue la única consecuencia de la ventilación pública del caso. El abogado Vildor Garabelli, miembro del directorio del Colegio de Abogados, consideró que se está "en las puertas de un escándalo". El Centro de Estudiantes de Derecho repudió ese tipo de maniobras, y alumnos de distintas agrupaciones fueron contundentes al revelar que el tráfico de influencias es "habitual" en la facultad. Y si bien se resiste a pensar que las denuncias son ciertas, el rector de la Universidad, Ricardo Suárez, afirmó que si se demuestra la veracidad del caso "podrían corresponder suspensiones y hasta el juicio académico" a los implicados (ver página 4).

El rector Silberstein, en tanto, señaló que él mismo quiere ser investigado por instancias ajenas a su entorno, pero evitó decir si las voces grabadas eran o no de sus familiares y colegas.


Facultad revuelta
La Facultad de Derecho se vio ayer revolucionada por la noticia. Además de las páginas de La Capital pegadas entre carteles, los afiches ya hacían referencia al tema. "Se destapó la olla. Silberstein y Díaz corruptos. Su sistema de restricciones no funciona" rezaba un cartel de Santiago Pampillón

Promediaba la mañana cuando el Centro de Estudiantes distribuyó un comunicado con la firma de su presidenta electa, Verónica Tourón, en el que se repudiaban las denunciadas maniobras para favorecer a la hija del decano. Y además de pedir a los estudiantes que denunciaran hechos similares, Tourón dijo que de ser real el tráfico de influencias expuesto se pedirá "la renuncia de todos los involucrados" (ver página 4).

En general, las voces estudiantiles se levantaban contra el sistema de mérito académico que, a juicio de los alumnos, fomenta los favoritismos. Mariano Kelly, de la agrupación Alde, aseguró que solamente en las materias cuatrimestrales quedaron casi 1.200 estudiantes. "El mérito académico trajo deserción y esto dejó más de mil estudiantes fuera de las cuatrimestrales", dijo a la emisora LT8, convencido de que "las políticas restrictivas producen estos favores".

Más contundente, Matías De Bueno, responsable político de Franja Morada, indicó que el favoritismo "es una práctica muy común desde hace años". A su lado, el secretario general de la Federación Universitaria de Rosario, Laureano Sanmartino, acordó al decir que "hasta el momento no habíamos tenido elementos de prueba como para poder interponer una denuncia concreta en algún ámbito, pero de hecho forma parte de un uso común".

"Esto es parte del problema de los cupos y del sistema de mérito académico de esta facultad, que excluye a un montón de gente pero que incluye a los amigos", abundó Lorena Crespo, consejera superior de Franja. "Queremos que esto se investigue a fondo y si hubo irregularidades exigimos la renuncia de los funcionarios implicados y la derogación del sistema de cupos", indicó.

También cargaron contra el sistema y aseguraron que mucha gente queda afuera de las materias. Y nombraron a Quiebras (la materia en la que se pidió la inclusión de la hija de Silberstein) donde quedaron "90 estudiantes sin cursar" y "Comercial I", donde "fueron 400 los libres".

Manuela, una estudiante no alineada políticamente y que no quiso decir su apellido, contó que hizo un pedido de cambio a una comisión donde había entrado inicialmente, y no se la dieron. Por su parte César, del ciclo común, afirmó: "No digo que haya acomodo, pero sí ayuditas". El tampoco dio su apellido pero no temió hablar, a pesar de que una compañera le dijo, supuestamente en broma, que iba a terminar echado al día siguiente.

Cerca de allí, Nicolás Fabello, del frente Santiago Pampillón y miembro de la secretaría de Derechos Humanos del centro, denunciaba las restricciones en un cartel. "No me sorprende para nada este hecho de corrupción, abuso de poder y prestación de favores, porque ya habíamos pedido en 2002 una investigación que quedó en la nada. Y conocemos casos en los que si vos militás en Convergencia, te hacen entrar a las materias. Yo leía en el diario que Díaz hablaba de proteger a Ricardo y a «los chicos», y no lo dudé. «Los chicos» son los de Convergencia", acusó.

En el mismo tenor se expresaron De Bueno y Crespo, que además dieron ejemplos. "Si sos de Convergencia entrás en las comisiones, no te computan faltas y elegís profesor", dijeron.

En nombre de esa agrupación, Roberto Sader (consejero estudiantil) y Fernando Luciani negaron a este diario que gozaran de prerrogativas en el marco del sistema. "Yo mismo tengo muchos bochazos y rendí varias materias libres", ejemplificó Sader. Y Luciani agregó: "Es el único argumento que esgrimen las otras agrupaciones para tirar abajo la credibilidad de Convergencia, cuya política empieza y termina en la facultad, que hace pequeñas cosas para el estudiante, que viene todos los días y hace cosas por los chicos", indicó.

En coincidencia con las autoridades, ellos también dijeron que prácticamente no quedaron estudiantes excluidos del cursado, salvo en Comercial I, "donde además se formó una comisión para que nadie quede afuera. Nosotros estamos abocados a este tema y mediante los cursos intensivos de verano conseguimos descomprimir el cursado", dijeron.

-¿Les consta que sea una práctica más o menos habitual que se acomode gente en las comisiones?

-Para nada. En las listas salen los nombres con las materias rendidas, aprobadas, los bochazos y el mérito. Cada estudiante se fija en qué lugar quedó. Después, con las depuraciones de lista que se hacen por inasistencias o por renuncias, van quedando lugares.

-¿Es normal que la esposa de un decano llame a un subsecretario académico para que incluya a su hija en una comisión?

-Si es por la preocupación de una madre, aquí hay infinidad de padres que llaman y vienen a ver por qué los hijos rindieron mal. Todos los padres se preocupan por sus hijos. Vienen las madres y piden en las mesas de las agrupaciones ver cuál es la situación de sus hijos.

Por su parte, Vildor Garabelli, integrante del directorio del Colegio de Abogados, consideró que "si las grabaciones son ciertas, esto reúne las características de un gran escándalo. Sería un escándalo por la forma en que se obtuvieron y también por el hecho en sí".

En diálogo con LT8, Garabelli consideró "factible" que en la Facultad de Derecho "y en todos los lugares públicos" haya tráfico de influencias, situación que no por común le parezca aceptable. "Esto tiene una gravedad no sólo por cómo se acomodan para cursar materias, sino porque esos estudiantes serán mañana abogados y jueces", dijo, y reveló que "en el Colegio de Abogados estamos viendo que no sólo de Derecho sino de muchas facultades los estudiantes salen con una gran carencia de elementos éticos y terminan en los tribunales de ética a veces hasta por desconocimiento".

Por último, y aunque aclaró que debe investigarse si las grabaciones son reales y comprometen a las personas aludidas, recordó que hay facultades "dirigidas durante muchos años por los mismos grupos en las que llega un momento que no se distingue lo público de lo privado. Entonces puede darse que una esposa llame a un subsecretario académico y le diga lo que tiene que hacer".
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Silberstein fue rodeado por alumnos que le pidieron explicaciones.

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