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 domingo, 13 de marzo de 2005  
Opinión: Escuela de fútbol... y de coimeros

Luis Alberto Yorlano

No tengo dudas que en el fútbol de juveniles hay más corrupción que en la primera división. Si bien es cierto que los que cumplen las tareas docentes conocen profundamente la asignatura que dictan porque casi todos han jugado en el fútbol profesional, y más allá que la gran mayoría lo hace con transparencia y convicción, a veces pasa que en su entorno no se manejan las cosas con claridad, así es que con el transcurrir del tiempo y por las vicisitudes económicas que muchos clubes padecen, terminan haciendo arreglos que enlodan esta hermosa profesión. Profesión que llena de expectativas a los que sueñan con ser jugador profesional y también a sus padres con un futuro importante si su hijo llega al estrellato.

En la escuela de fútbol se conjugan los sueños del técnico y de los padres. El primero quiere ver al chico que descubrió jugar en primera. Y sus padres, con las manos juntas en posición de orar pidiéndole a Dios que lo ayude, porque quieren encontrar en ellos la solución a sus problemas económicos.

Pero la realidad es otra. Las necesidades por el origen de bajos recursos de los que provienen los aspirantes a jugadores hacen que se sumen otros participantes en el tránsito de las divisiones inferiores al círculo profesional. Los representantes, los dateros, los intermediarios, los históricos de los clubes amigos, de aquellos que le toman las pruebas. Y en esta instancia nada se hace gratis. Y así como muchas veces se dijo que se estaría utilizando a la selección para aumentar el precio de un jugador para la venta al extranjero, cobrando el técnico una sabrosa retribución, en algunas divisiones inferiores estaría pasando algo similar.

Hace algunos meses en un equipo de nuestro fútbol, uno de sus ídolos fue expulsado como coordinador por cobrar 800 pesos a un abuelo, que le pidió que le tomara una prueba a su nieto. La cosa fue así. En la confitería, este hombre hincha de ese club, le dijo al ídolo, "me gustaría que probara al nene, está grandecito y lo veo bien". El coordinador respondió: "Le voy hacer tomar una prueba, ¿pero usted podría prestarme 400 pesos?" El abuelo le respondió que "por supuesto que sí, pero venga a casa y se lo doy". Cuando el ídolo llegó al domicilio del hincha tomó los 400 pesos y además le pidió que le cambiara un cheque de 400 pesos. Cuando el abuelo lo fue a cobrar, el cheque no tenía fondo. Este señor entonces perdió 800 pesos y la ilusión de ver al nieto practicando en el club de sus amores.

Cuando tirotearon la casa de José Pascuttini, responsable de las inferiores en Central, pensamos que quisieron sacarlo del medio al peligrar ciertos negocios. Es decir eso fue por encargo, como en la mafia, y realmente en las inferiores se actúan con códigos muy parecidos a estos grupos violentos.

Y hoy tengo que decir que es posible que en un club de la ciudad se produzca un hecho muy particular. Hace unos días en un pueblo cercano a Rosario, en la casa de un ex jugador que su apellido comienza con Z, se reunieron el coordinador del fútbol juvenil y otro ex jugador que representaba a un agente de Fifa, para hacer un arreglo y evitar que le serruchen el piso. El tema sería así. Este agente pagaría a los DTde las inferiores elegidos por el coordinador -seguramente de su total confianza- para trabajar tranquilo, y éste se comprometería a poner de titular en las divisiones que corresponda a los jugadores que ellos representan. El informante me aseguró que esto ya está prácticamente cerrado.

Y la pregunta del millón. Si esto me llegó a mí, ¿cómo no lo va a conocer los directivos del club? Esto me aclara el por qué los técnicos de las inferiores siguen pese a estar varios meses sin cobrar. La plata no estará saliendo de los clubes, sino de las coimas que cobran de los representantes de los jugadores, y además no descarto que los padres también colaboren.


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