Bajo presión. Los analistas aseguran que el gobierno sirio teme quedar aislado por sanciones económicas internacionales

Siria se comprometió ante la ONU a retirar todas sus tropas del Líbano

El compromiso incluye a los servicios de inteligencia. Los soldados ya se están moviendo hacia la frontera

Damasco. -El presidente Bashar Assad se comprometió a retirar todas las fuerzas militares y agentes de inteligencia sirios del Líbano ante un enviado de las Naciones Unidas, quien indicó que conocía los plazos de la retirada. Terje Roed-Larsen recibió de Assad una copia de los plazos, pero no la hizo pública. "Presentaré al secretario general (de la ONU) Kofi Annan los detalles de los plazos para el retiro total sirio del Líbano cuando arribe a Nueva York a principios de la semana próxima", dijo Roed-Larsen en un comunicado, luego de reunirse con Assad en la ciudad norteña de Aleppo.

"La reunión fue muy constructiva y me sentí muy alentado por el compromiso del presidente Assad de cumplir la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo el enviado. Esta resolución reclama, entre otros puntos, el retiro sirio total del Líbano.

La resolución, aprobada en septiembre de 2004, ganó nueva fuerza luego del asesinato el mes pasado del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri, un crítico de Siria, que generó una ola de protestas antisirias en Beirut. Grupos de la oposición acusan a Damasco de estar implicado en la muerte del dirigente.

"En una primera fase los militares y agentes serán trasladados al valle del Bekaa", indica la declaración de Roed-Larsen, paso que ya se está cumpliendo. "A la vez, en esa fase será retirado a Siria un alto número de tropas, también de agentes de inteligencia. La segunda fase llevará a una retirada amplia y completa de todas las fuerzas y material militar sirios y del aparato de inteligencia", añade el texto, que no da una fecha exacta para este segundo paso. Se estima que Siria tiene unos cinco mil agentes en Líbano, los que pueden perturbar las próximas elecciones parlamentarias.

Roed-Larsen le dijo a Assad que debe cumplir con cuatro pasos. Primero, Siria debe respetar la soberanía del Líbano y no socavar las elecciones de mayo. También aseguró que la comunidad internacional aceptará una retirada "secuenciada" o por fases de las tropas, pero enfatizó que debe ser expeditiva. Damasco también debe presentar un calendario para la retirada de los cinco mil agentes de inteligencia.

Roed-Larsen además discutió otros requerimientos de la resolución 1559, incluyendo la necesidad de desarmar y desmantelar las milicias locales y extranjeras que operan en el Líbano, las cuales Siria ampara y apoya. Pero en ese sentido la ONU está dispuesta a esperar hasta después de las elecciones para permitir que el nuevo gobierno libanés pueda manejar el problema de los grupos armados.

"Lo más importante para la ONU es la retirada total de las tropas y los servicios de inteligencia sirios antes de las elecciones de mayo, esa es la base de la resolución 1559", reiteró Roed-Larsen.


Signos de cambio
Días atrás, bajo presión internacional, Siria empezó a mover a sus 14 mil efectivos hacia el valle de Bekaa. En la noche del viernes regresaron a su país mil soldados sirios, tras atravesar el paso fronterizo de Jdaidet. Ocho micros, 30 camiones militares, vehículos menores y un tanque transportaron a los soldados sirios en uniforme y con armamento de combate a través del puesto, a 50 kilómetros al oeste de Damasco, en medio de una ola de frío y nieve. Los hombres fueron recibidos con flores por compatriotas al otro lado de la frontera.

Durante esta semana, otros 3.800 soldados sirios fueron retirados de las posiciones que ocupaban en el norte del Líbano y en las áreas montañosas cercanas a Beirut, para ser reubicados en el valle de Bekaa, en el este libanés. Así, el mayor campamento militar sirio en el norte del Líbano, en Quleiyat, a tres kilómetros de la frontera con Siria, fue evacuado totalmente.

Las fuerzas sirias entraron al Líbano en 1976, para acabar con la guerra civil que estaba destruyendo al país. Pero los soldados, que llegaron a ser 35 mil, se quedaron luego del final del conflicto en 1990.


Miedo al castigo económico
Detrás de sus promesas de retirada del Líbano, Siria esconde el miedo a las sanciones internacionales de un país que se ha quedado sin aliados y cuya economía es cada vez más frágil, señala el diario The Washington Post. "Siria se enfrentará a un aislamiento político y económico si no retira por completo sus tropas del Líbano", aseguraron fuentes de la ONU. "El impacto de las sanciones sobre Siria podría ser devastador", agregaron.

"Los sirios están muy pero muy preocupados de quedar aislados", aseguró el ex embajador estadounidense en Siria Theodore H. Kattouf al Post. "La economía de Siria es débil. Está dominada por el modelo socialista y su limitado capitalismo está derruido por la corrupción. En el pasado, Siria siempre tuvo aliados económicos: subsidios del Golfo, petróleo gratis desde Irán en los años 80, grandes pagos en gratitud de Arabia Saudita y Kuwait por su participación militar en la primera Guerra del Golfo (contra Irak), y petróleo increíblemente barato de Saddam Hussein, después. Siempre había alguien para respaldar a Siria. Además, eran épocas de equipamiento militar barato de la Unión Soviética", explicó Kattouf.

"Ahora el panorama es muy distinto. El impacto del aislamiento debilitaría más la economía siria y el nivel de vida de la población. En consecuencia, también aumentaría el descontento popular", agregó.

Irak sobrevivió a las sanciones de la ONU bajo Saddam porque vendía petróleo ilegalmente, incluso a Siria. "Pero esto sería más difícil para Siria, porque no tiene la misma clase de mediadores o de oleoductos. Todos saben que el Líbano no produce crudo, entonces Siria no puede exportar a través del Líbano", dijo Jamal Qureshi, un analista del mercado petrolero. Esto se agrava porque, según Qureshi, "en un punto alto de su economía, a mediados de los 90, Siria producía cerca de 550 mil barriles de petróleo por día, pero ahora produce 400 mil, y la mayor parte se destina al consumo interno".

Diez mil libaneses formaron la bandera de su país.