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 domingo, 13 de marzo de 2005  
Tensión y ansiedad: estrés infantil

Es sabido que el estrés es generador de un estado o situación de gran tensión y ansiedad. Los niños ¿pueden estresarse o es sólo una afección del mundo de los adultos?

La palabra estrés significa respuesta muy fuerte frente a un acontecimiento traumático que produce un impacto físico y que se asocia a un estado de ansiedad o angustia intensa. Lo pueden sufrir tanto los niños como los adultos.

Tal situación se presenta como un desafío para la persona que debe poner en práctica sus mecanismos de defensa físicos y psicológicos.

Existen varios tipos y niveles de estrés en los niños. La doctora Inés Lugano, de la División Pediatría del Hospital de Clínicas afirmó que "según su intensidad el nivel de estrés puede ser leve (cambio de colegio), moderado (nacimiento de un hermano, mudanzas de casa o de país), grave (divorcio de los padres), extremo (abuso sexual) y catastrófico (muerte de ambos progenitores)".

Los niños pueden responder con alteraciones en su conducta y también con una tendencia mayor a sufrir enfermedades. "Existen dos tipos de estrés uno positivo que implica respuestas favorables de adaptación y representa los desafíos constantes que la persona debe superar; y otro negativo que provoca desequilibrios y causa diferentes grados de deterioro en el funcionamiento del organismo", sostuvo la doctora.

Los cambios que pueden sufrir los niños ante situaciones estresantes suelen ser: miedos, trastornos del sueño, aislamiento, amnesia del episodio, embotamiento y malestares generalizados. Además, pueden presentar dificultades de aprendizaje, síntomas de depresión, trastornos somáticos (cólicos, cefaleas, diarreas, vómitos), problemas de ansiedad, alteraciones emocionales y hasta trastornos físicos.

Para saber cómo proceder ante situaciones de estrés es recomendable, según los especialistas, poner en práctica los siguientes consejos:

* Otorgar al niño la información adecuada con conceptos sencillos y breves.

* Darle un fuerte sostén afectivo.

* Brindar mayor tiempo que el habitual para estar con él.

* Permitir la expresión de sus sentimientos (diálogos, juegos).

* Derivar a un especialista los casos más graves.
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