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 domingo, 13 de marzo de 2005  
Mercados
Se enrarece el clima para la Argentina
El mercado accionario se derritió por la suba de la tasa de los bonos de Tesorería de Estados Unidos

Salvador Di Stéfano

El mercado accionario se derritió en los últimos tres días, luego de alcanzar la cota máxima de los 1.600 puntos. La suba de la tasa de retorno de los bonos de Tesorería americanos al 4,54% derrumbó las expectativas alcistas de todos los mercados emergentes.

El dólar se sumergió en la peor de las devaluaciones cotizando a 1,35 frente al euro, el real a su vez se devaluó frente al dólar pasando de 2,56 a 2,7 y en la Argentina el tipo de cambio sigue en similares niveles que en los últimos 8 meses. Por otro lado renació la inflación y el gobierno desea combatir con palabras un problema que es de índole económica. Tal vez a Néstor Carlos Kirchner le pase algo parecido que lo acontecido en 1989 cuando Raúl Ricardo Alfonsín era presidente y nombró a Pugliese ministro de economía, quien mitificó la frase: "Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo". Tal vez el resultado (ojalá) no sea el mismo, pero los actores y los procedimiento para combatir la escalada de precios resultan muy parecidos.

El gobierno no deja de tener suerte. El canje de la deuda finalizó el 25 de febrero con una aceptación del 76,07% y la tasa de largo plazo en Estados Unidos cotizaba en 4,2% anual con pronósticos de nuevas bajas a futuro teniendo en cuenta la alta productividad y la baja expectativa inflacionaria de la economía americana. Resulta increíble pero el 11 de marzo (14 días más tarde) la tasa de largo plazo se ubica en el 4,54% anual, la Reserva Federal advierte cotidianamente los problemas de una suba de la tasa de inflación y el 22 de marzo próximo se apresta a subir una vez más la tasa de corto plazo con el fin de paliar las expectativas de subas de precios no deseadas.

Un cambio de contexto notable que deja agarrado del pincel a quienes entraron en el canje, pero sin escalera, con lo cual el precio de los nuevos bonos se derrumban ante la expectativa de un cambio sustancial en la tasa de descuento de los nuevos títulos.

La Bolsa en este período había descontado un escenario mágico para Argentina, se esperaba un canje superior al 80%, ingreso de capitales, caída en el valor nominal del dólar y tasas muy bajas. El contexto que dibujaban era "Alicia en el país de las maravillas", pero no era más que un cuento como el que alguna vez nos pretendieron contar del acuerdo comercial con China. La realidad indica que Argentina no realizó las reformas estructurales cuando el tipo de cambio pasó de uno a tres, aplicó retenciones e impuesto al cheque, pero jamás trabajo para reducir el gasto publico y eliminar estos tributos.

Argentina tiene un contexto internacional hostil. La tasa de interés comienza a subir, se termina el escenario de hiperliquidez y los precios de los principales productos que exporta caen fuertemente. En el plano interno renace la expectativa de inflación.

Hoy la suba en la tasa de inflación luce letal para los dos sectores motorizadores del plan económico que son las exportaciones y la sustitución de importaciones.

Los exportadores están muy complicados, si bien el tipo de cambio real es alto, el mismo cambio neto de retenciones luce bajo con una expectativa de inflación creciente. Si a esto le sumamos la caída en el precio de los productos que exportamos, algunos sectores están debajo de la línea de rentabilidad. En cuanto a la sustitución de importaciones, con tipo de cambio fijo e inflación creciente los productos importados y nacionales volverán a competir en el mercado interno.

Otro sector que corre peligro de desequilibrio financiero son las empresas privatizadas: no obtuvieron modificación alguna de tarifas y ahora la inflación los deja con cierto ahogo .

Por otro lado, el único beneficiado en este contexto es el gobierno, que gracias a la inflación verá incrementar sus ingresos fiscales por el IVA, mayores ingresos de ganancias que no será ajustable por inflación y bienes personales que se ajustaran por inflación. En este escenario tendrá más ingresos y podrá comprar dólares a tipo de cambio fijo, lo que pierden de vista es que la inversión en el 2006 será nula con la actual estructura tributaria que proponen.

Conclusión: cambió la forma de hacer negocios, la inflación nos dice que tenemos que desempolvar los manuales de la década del 80. Los bonos ajustables por CER son similares a los bonos indexados de aquella época, la Bolsa descenderá hoy con un piso firme en los 1.300 puntos pero la inflación traerá negocio asegurado para mañana, los bonos en dólares ajustarán a la baja por la suba de la tasa de interés internacional, y los bancos perderán depósitos porque la tasa en pesos (2,65% anual) es más baja que la tasa en dólares que paga una letra de tesorería americana a 180 días que se ubica en el 3% anual.

En resumen, en un país en donde la tasa de interés doméstica es más baja que la internacional esto invita a la fuga de capitales, mayor inflación y a mediano plazo menos actividad económica.


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