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 miércoles, 17 de noviembre de 2004  
Caso García Belsunce
Piden definir situación procesal de Carrascosa
Casación ordenó a la Cámara Penal esclarecer si procesa o no al viudo de la mujer asesinada en un country

Buenos Aires.- Carlos Carrascosa, quien estuvo imputado en la causa por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, y luego fue desprocesado, deberá ahora aguardar una nueva definición sobre su situación para determinar si es sospechoso o inocente del homicidio agravado. Es que, según indicaron fuentes judiciales, el último jueves el Tribunal de Casación Penal bonaerense resolvió que la Cámara Penal de San Isidro esclarezca la situación procesal de Carrascosa en la causa en la que se investiga el crimen de su esposa.

Incluso, Casación le exigió a la Cámara de San Isidro que dicte la resolución "con jueces hábiles", en una clara alusión a la expulsión del expediente del camarista Fernando Maroto, cuya recusación definirá la máxima instancia penal de la provincia. No obstante, la defensa de Carrascosa ya planteó que apelará en los próximos días este fallo y el anterior, que devolvía al fiscal Diego Molina Pico al caso, dijeron los voceros.

Por ello, todas las resoluciones quedarán en suspenso hasta que la Suprema Corte de Justicia bonaerense defina estas cuestiones en la investigación del crimen.

María Marta García Belsunce, de 50 años, vicepresidenta de la organización humanitaria no gubernamental Missing Children, fue asesinada el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar.

Por la destrucción de pruebas, la Justicia procesó por encubrimiento agravado al viudo de María Marta, a dos hermanos de la víctima, al cuñado, al padrastro, a dos vecinos, a un médico y a una masajista. Más tarde, Carrascosa fue imputado del homicidio cuando tres testigos contradijeron su coartada. No obstante, el juez Diego Barroetaveña concedió al viudo el beneficio del arresto domiciliario.

Molina Pico solicitó entonces la inmediata detención de Carrascosa en diferentes instancias e incluso elaboró un pedido de elevación a juicio, hasta que la Suprema Corte advirtió que el viudo debería estar en la cárcel por la gravedad del supuesto delito que se le imputaba.

Como Barroetaveña no respondió enseguida, Maroto lo instó a definir la cuestión hasta que, finalmente, el último 23 de abril, el juez de primera instancia dictó dos resoluciones claves: además de desprocesar a Carrascosa porque aparecieron pistas que no habían sido profundizadas, apartó a Molina Pico por entender que había perdido su imparcialidad.

El 2 de julio, los camaristas de San Isidro Emilio Rodríguez Mainz y Margarita Vázquez sacaron a Maroto del caso y firmaron cuatro resoluciones en las que avalaban tácitamente las resoluciones de Barroetavaña, al entender que no era procedente la apelación fiscal. Pero el Ministerio Público apeló ante Casación provincial. Y el último 4 de noviembre los camaristas Benjamín Ramón Sal Llargués, Carlos Angel Natiello y Horacio Daniel Piombo entendieron que Barroetaveña se habría excedido en sus funciones y Molina Pico debía volver al expediente.

Y ahora, dispusieron que sea la Cámara Penal de San Isidro la que dicte una resolución donde se defina si sigue en pie o si cae la falta de mérito dictada para el viudo. (DyN)
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