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 miércoles, 17 de noviembre de 2004  
Ciclismo: Armstrong y su lucha contra el cáncer

Una pulsera amarilla de goma se convirtió en muy poco tiempo en uno de los accesorios más exitosos en Estados Unidos. Se trata del brazalete de la Fundación Lance Armstrong y entre los ilustres personajes que la lucen están el presidente George W. Bush, el actor Bruce Willis o la tenista Serena Williams.

Ya son unas 22 millones de personas, sobre todo en Estados Unidos, pero también en otros 60 países, que usan la pulsera con la inscripción "Livestrong" (vive fuerte), el lema del séxtuple campeón del Tour de France, Lance Armstrong, de 33 años, después de superar un cáncer y subir al olimpo del ciclismo.

Hace unos meses, su Fundación buscó un artículo que le posibilite recaudar fondos para la financiación de investigaciones contra el cáncer, tras lo cual la empresa de artículos deportivos Nike tuvo la idea de la pulsera. Se iban a vender cinco millones de estos accesorios a un euro (1,30 dólares) y Nike iba a donar aparte un millón de dólares.

Sin embargo, el éxito superó todas las expectativas. Desde mayo se han vendido más de 22 millones de pulseras en todo el mundo y el fabricante tiene problemas de abastecimiento. Actualmente, tiene un retraso en la entrega del producto de tres o cuatro semanas.

"Nuestro récord absoluto fue el 20 de septiembre. Ese día vendimos 382.000 pulseras", dijo la portavoz de la Fundación, Michelle Milford. La Fundación quiere seguir mientras haya demanda, añadió.

Según Milford, la Fundación Lance Armstrong recibe a diario cientos de cartas y correos electrónicos. Familiares de enfermos de cáncer compraron brazaletes y los repartieron entre los demás pacientes internados. Otros, los entregaron como obsequio solidario a huéspedes de la boda. Pero también son repartidos en entierros. "Las pulseras unen", afirma Milford.

"Yo uso el amarillo, porque la gente con cáncer debe saber que no está sola", señala Darlene Ayers Johnson, de 36 años. Ella y su hija Cinthia, de 16 años, superaron esta enfermedad.

"Amarillo es para mí el color de los vencedores. Es la victoria al desafío", indica Tom Yonker, cuya esposa Maxime lucha hace ocho años contra el cáncer.

Lance Armstrong creó esta fundación en 1997 después de sufrir cáncer de testículos y con el objeto de apoyar la investigación y ayudar a los pacientes con cáncer y a sus familias.

En la pagina de Internet www.livestrong.org se encuentran una gran variedad de artículos con consejos y sugerencias, que abarcan desde cuestiones prácticas de cómo resolver problemas en el trabajo o con el seguro, hasta informaciones sobre tratamientos oncológicos y cuestiones de relaciones interpersonales.

"Yo soy uno de diez millones de estadounidenses que sobrevivieron al cáncer. Para mí son 10 millones de motivos para llevar la pulsera", dijo Armstrong.

Con la casaca amarilla del ganador del Tour de France, Armstrong se convirtió en la imagen misma del triunfo sobre una de los mayores desafíos de la vida: una enfermedad que la pone en peligro. En las escuelas en Estados Unidos, las pulseras se tornaron una mercancía apreciada y los alumnos más astutos ya piden tres dólares por ellas. Incluso páginas de subastas en la web ya rematan estos objetos amarillos.

Por su lado, la fundación (www.laf.org) alerta que los vendedores sólo suman dinero a su propio bolsillo. "No nos parece bien, pero qué podemos hacer", manifiesta Milford.
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Más de 22 millones de personas usan una pulsusera amarilla de la Fundación del ciclista.

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