La Iglesia hizo escuchar otra vez sus críticas

El presidente de la comisión episcopal de Cáritas, monseñor Jorge Casaretto, pidió ayer que la distribución de la riqueza alcance a los sectores más pobres y dijo que se está "en presencia de una presión cultural que privilegia al individualismo por encima de lo social".

"Se puede estar en presencia del crecimiento del Producto Bruto Interno pero, sin embargo, también ser testigo de la profundización de la pobreza de los más necesitados", aseguró Casaretto en el marco del Congreso Eucarístico.

Señaló que "el Evangelio se enfrenta ante una cultura que intenta derrumbar sus preceptos y esa es una visión individualista; por eso, por más incremento del PBI, sin crecimiento ético, habrá más ladrones".

Por su parte, la hermana Marta Pelloni criticó ayer que ni el Estado ni la Iglesia hayan pedido perdón "por la memoria histórica de 30.000 desaparecidos en la última dictadura militar". Consideró que "para una verdadera reconciliación, debe pedirse perdón desde la verdad y la Justicia".

"El Estado aún no pidió perdón por la memoria histórica de los más de 30 mil desaparecidos durante la última dictadura militar; tampoco toda la Iglesia dijo la verdad sobre este tema", subrayó la religiosa, quien participa del congreso.

Pelloni lamentó que "la Iglesia no haya pedido perdón por su historia y muchos de sus jerarcas aún no lo hicieran por su participación en otros tiempos del país".

La religiosa calificó de "coherente" la posición del presidente Néstor Kirchner, quien no asistirá a la clausura de este evento religioso cuyos lemas son "reconciliación y solidaridad".

"Creo que el presidente es una persona inteligente. Lo estoy descubriendo y espero no equivocarme, pero es coherente. Una persona que no practica el culto y que optó por no venir para no convertirse en hipócrita", aseveró la monja, que cobró notoriedad pública en Catamarca durante las marchas de silencio por el crimen de María Soledad Morales.


Los rezos no alcanzan
Pelloni aseguró que la pobreza reinante en el país "no se resuelve pidiendo o rezando, sino con una organización participativa de construcción de poder".

"Este poder que tienen los que nos gobiernan o todos los que tienen un sistema de poder, inclusive la Iglesia, pero tenemos que cambiar la mentalidad, no podemos tener una mentalidad burocrática, sino que tenemos que llegar a una mentalidad de auténtica democracia", sentenció.

Pelloni participó, en representación de la diócesis de Goya, del área social del Congreso que se desarrolló en el Colegio Normal de esa capital correntina.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Eduardo Mirás (Rosario), reclamó anteanoche "imprescindibles" gestos de solidaridad ante un entorno "turbado por tantos conflictos y empobrecido por la falta de oportunidades". También exhortó a los participantes del congreso a "animarse a restaurar juntos la comunidad, hasta alcanzar un país nuevo, más justo y cuidadoso de la dignidad de todos sus habitantes".

"Ante una realidad desigual e injusta que excluye a una enorme porción de gente, se nos vuelve compromiso la solidaridad social y política", subrayó el prelado rosarino a la multitud que se congregó en el campus de la Universidad Nacional del Nordeste.

Monseñor Mirás hizo hincapié en su reflexión en el slogan "Eucaristía y solidaridad" e insistió en pedirle a los asistentes que "no se cansen de hacer el bien".