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 miércoles, 30 de junio de 2004

Técnica evita la cirugía de próstata

Desde hace cuatro años el doctor Roberto Labayen viene practicando en la Argentina, con buenos resultados, un tratamiento que evita la cirugía convencional en los casos de obstrucción de la próstata. La técnica consiste en la inyección de una sustancia por vía endoscópica. El tratamiento no requiere internación ni anestesia general.

La sustancia en cuestión es un gel de alcohol superrefinado. Por medio del endoscopio se observan la zonas de tejido crecidas que producen la obstrucción para saber dónde inyectarla. A diferencia de la cirugía convencional no destruye el cuello de la vejiga, ni toca el esfínter. Con esta técnica se logra reestablecer el tamaño del canal interno urinario.

La intervención se puede realizar sólo con sedación endovenosa o un breve anestésico, posibilitando a los 3 ó 4 días que la persona retome sus actividades habituales. No afecta la potencia ni la eyaculación.

Por otro lado, recientemente también una investigación de científicos argentinos y holandeses demostró la eficacia del tratamiento de la hiperplasia benigna de la próstata (agrandamiento excesivo de ese órgano), a través de haptenes de pseudomonas aeruginosa (polisacáridos bacterianos). La investigación fue realizada por el especialista argentino Hipólito Barreiro y supervisada por el investigador John Heesakkers, del Centro Médico Universitario de Nijmegen, en Holanda.

La hiperplasia benigna prostática produce la obstrucción urinaria y puede comenzar a afectar a los hombres a partir de los 40 años. El tratamiento específico consiste en la aplicación de haptenes de pseudomonas aeruginosa, a través de vacunas subcutáneas y gotas sublinguales.

El estudio fue efectuado sobre 234 pacientes, divididos en dos grupos. La comparación de ambos grupos (115 pacientes tratados con placebo y 119 con haptenes de pseudomonas aeruginosas) demostró que el parámetro total de 13,5 (base inicial para ambos grupos), bajó a 7,5 luego de 45 días en el grupo tratado, mientras que en el grupo placebo empeoró a 14,5.

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