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 miércoles, 30 de junio de 2004

Empresarios analizaron en la Bolsa de Rosario como desarrollar cadenas de valor
El negocio de la biotecnología atrae millonarias inversiones para Rosario
Filmus confirmó el aval del gobierno al Centro de Genómica Vegetal. Es el segundo proyecto en marcha

Los proyectos en marcha para convertir a Rosario en uno de los polos de investigación biotecnológica más importantes de la Argentina capturaron la atención de los empresarios que ayer participaron en la Bolsa de Comercio del precoloquio de Idea. Un encuentro que, precisamente, estuvo destinado a analizar el desarrollo de cadenas de valor, asociadas entre otras cosas a la innovación, la ciencia y el conocimiento.

El ministro de Educación, Daniel Filmus, y el presidente de Bioceres, Gustavo Grobocopatel, confirmaron que a fines de este año comenzarán las obras de acondicionamiento en "La Siberia" para albergar dos centros de investigación biotecnológica que, sumados a los dos institutos que ya existen en Rosario (Cefobi e IBR), reunirán a una masa crítica cercana a los 400 investigadores.

Se trata de investigar en un campo que ya genera negocios por miles de millones de dólares a nivel mundial: el de la genómica vegetal y animal. Uno de los proyectos está impulsado por las empresas Bioceres y Biosidus, en sociedad con el Conicet. Es el Instituto Nacional de Agrobiotecnología de Rosario (Indear), que podría estar funcionando a mediados del año próximo. El otro es el Centro de Genómica Vegetal que será financiado en cooperación con el Estado español. Sólo la inversión de arranque para ambos emprendimientos suma unos 10 millones de dólares.

Aunque son centros independientes, la misma reunión en un espacio físico inducirá a la interacción. "El sentido de estas organizaciones es estar abierto al mundo, para recibir y enviar conocimientos, y también para recibir fondos", señaló Grobocopatel. De hecho, Alejandro Mentaberry, coordinador del proyecto del Indear es además miembro del comité que eligió a Rosario como sede del centro impulsado por España. El ministro de Educación, que también participó de esa decisión, se mostró cauto: "La posición del gobierno argentino es que se instale en esta ciudad pero resta esperar la decisión del gobierno español", advirtió.

Para Mentaberry, la concreción de estas iniciativas permitirá reunir "si todo sale bien" una "masa crítica operativa que no es habitual en la Argentina" y adelantó que las líneas de investigación incluirá algún proyecto genoma (secuenciamiento completo de los genes de una especie).

Mentaberry, un biólogo de dilatada trayectoria, levantó al auditorio de empresarios que se reunió en la Bolsa, al advertir que "la biotecnología puede ser la única oportunidad de que Argentina participe en una revolución tecnológica" y recordar los desencuentros históricos entre la ciencia y la economía en el país.


Después de la soja
Precisamente de ciencia, conocimiento e innovación, en el marco de desarrollo de cadenas de valor con participación de los sectores público y privado, se habló en el precoloquio. "¿Qué hay después de la soja?", disparó el presidente de Idea, Oscar Vicente, al plantear el desafío de pensar cómo aprovechar la competitividad de la agroindustria argentina para plantearse nuevos horizontes de desarrollo en distintas actividades y en el ámbito social.

Juan Forn, presidente de Molinos, puso al complejo sojero como ejemplo de cadena de valor y defendió el "efecto derrame" del crecimiento del sector agroalimentario, expresado en que "más del 30% del empleo está vinculado al sector", que además "contribuyó con la mitad del crecimiento registrado por la economía argentina el año pasado".

Al respecto, Alfonso Romero, director comercial de Noble Argentina, pronosticó que las inversiones anunciadas por la industria del sector llevarán la capacidad de crushing del país hacia el año 2006 a más de 35 millones de toneladas. "Si miramos a los otros países sojeros, la molienda argentina es la única que sube acompañando la producción", explicó y vaticinó que en este contexto el complejo oleaginoso podría convertirse en proveedor de harina de soja incluso a países que hoy son competidores, como Brasil y Estados Unidos".

El empresario subrayó el papel que seguirá jugando China como demandante de productos del agro, aún con las medidas del gobierno de ese país para enfriar la economía. El caso del gigante asiático no estuvo ausente del encuentro. El industrial Enrique Pescarmona habló desde Beijing, donde acompaña al presidente Kirchner en la visita oficial. Se mostró "sorprendido" por el éxito de la misión y aseguró que existen "muchas oportunidades" en ese mercado para sectores como la metalmecánica especializada. El subdirector del Centro de Estudios Internacionales (CEI) de Cancillería, Jorge Carrera, recomendó "diversificar" las exportaciones a ese país "para asegurar una tasa de intercambio comercial más estable".

Daniel Novegil, vicegerente de productos planos de Techint, se refirió a la cadena de valor en el sector siderúrgico. Destacó los resultados del plan Propyme, lanzado de la empresa para apoyar a firmas proveedoras y clientes del grupo. De un universo de 97 pymes, seleccionaron 26 para el programa y, según explicó, el resultado fue una aumento del 30% en las ventas globales de esas firmas.

Oscar Alvarado, titular del grupo agropecuario El Tejar y presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), describió a las organizaciones como una de las innovaciones institucionales más importantes del sector agropecuario. Dijo que el "capital social", es decir "la confianza entre los actores de la misma cadena" permite potenciar el negocio y capturar mayor valor.

Desde el sector público, el intendente de Rafaela Omar Perotti, presentó el caso de esa ciudad como ejemplo de vinculación entre el sector público y privado en el desarrollo de un cluster competitivo. En tanto, el intendente Miguel Lifschitz, anfitrión del encuentro, remarcó que "las condiciones macroeconómicas no son suficientes para generar emprendimientos con valor agregado". Por eso, demostró la necesidad de "políticas proactivas" desde el sector público. La primera tarea, en ese sentido, es "ofrecer un territorio competitivo, con servicios e infraestructura de calidad".

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Idea convocó a más de 200 empresarios.

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