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 miércoles, 30 de junio de 2004

Test
De casa al trabajo y del trabajo a casa
Prueba de manejo de la pick up Isuzu doble cabina 4x4 full. El modelo retornó al país de la mano de General Motors que lo importa desde Chile. Apunta a clientes que necesitan un compañero de tarea sólido y eficiente

Jorge Kaplán / La Capital

Estos últimos meses han sido el tiempo del regreso de Isuzu al mercado argentino tras el ostracismo que le impuso la pérdida de competitividad posdevaluación. El producto japonés retornó de la mano de General Motors (controlante de la marca) vía Chile para posicionarse en el escalón más económico del rubro pick ups. Autos realizó una prueba de manejo de esta chata en versión 4x4 full, y el modelo exhibió las conocidas virtudes de antaño: confiabilidad, buen espacio interior, un motor efectivo y buen equipamiento.

Isuzu es una marca que de ser protagonista en el segmento de las pick ups y SUV cayó verticalmente en las ventas a partir de devaluación que dejó fuera de mercado a los importados frente a rivales de fabricación en el Mercosur.

Tras el alejamiento del importador local (Cobel), General Motors relanzó la marca el año pasado con una pick up que en rigor es la Chevrolet LUV que se comercializa y fabrica en Chile.

El diseño está lejos de ser moderno, pero a pesar de cargar con unos cuantos años encima mantiene un aire sobrio y elegante. Las formas suaves y redondeadas están lejos de las musculosas y afiladas superficies que se vienen viendo en los últimos tiempos.

La pintura de dos colores de la carrocería y las llantas de chapa que lucen unos embellecedores cromados le dan a la Isuzu un toque de distinción. La caja tiene unos discretos cuernos para la sujeción de cargas y trae una barra con reja detrás de la luneta. Los neumáticos no son voluminosos y miden 215 / 80 R16, montados sobre llantas de 16" que redondean una imagen estilizada.

Por dentro, el espacio es amplio y las terminaciones son prolijas, aunque las resoluciones y los materiales lucen un poco anticuados. De todas formas, no pierde efectividad ya que los cinco pasajeros pueden viajar cómodamente sentados (incluso los traseros, algo no muy habitual en estas chatas), todos los comandos están a mano y no faltan posavasos y portaobjetos.

Como aspectos negativos se puede mencionar la desafortunada tecla de los antiniebla (agregada y que nada tiene que ver con el resto), una "cajita" para los alzacristales traseros, la falta de portamapas en las puertas, y la ausencia de regulación interna de los espejos.

El equipamiento incluye aire acondicionado, alzacristales eléctricos en las cuatro puertas, cierre centralizado y equipo de música con reproductor de CD Kenwood.

En materia de seguridad, trae barras antiintrusión en las puertas y cinturones de seguridad inerciales de tres puntos adelante y atrás. No trae airbags ni antibloqueo ABS para los frenos.


Motor y performance
La camioneta trae el conocido motor Isuzu turbodiesel 2.8 de 100 caballos de potencia, que le permite alcanzar sin problemas los 140 km/h de velocidad. La respuesta es rápida y si bien la potencia está por debajo de los valores de sus competidores no pierde demasiado en las prestaciones necesarias para funciones laborales.

La caja está relacionada satisfactoriamente, con un accionamiento bastante suave, lo mismo que la selectora de la doble y la doble baja.

La selección del modo de tracción se hace manualmente, mientras que los cubos se acoplan automáticamente. En tanto, puede pasar en movimiento de simple a doble y viceversa en alta, a menos de 100 km/h y en línea recta. Está vedado el paso de alta a baja en movimiento. Carece de diferencial autoblocante.

La suspensión es dura y como todas las chatas muy saltarina sin carga, una situación entendible si se piensa que está preparada para transportar una tonelada.

En la tierra se muestra sólida y dócil, un comportamiento que mantiene en el asfalto con un buen nivel de confort de marcha y buena insonorización (sobre todo si el motor está en 3.000 rpm).

Los frenos no son satisfactorios, tienen una tendencia al bloqueo prematuro -sobre todo los delanteros- y la ausencia de ABS se hace sentir.

General Motors posicionó a la pick up Isuzu por debajo de sus competidores en precio y apuntando directamente al uso como herramienta de trabajo. Solidez estructural, buen motor y espacio interior son los puntos a favor; faltante de equipamiento, diseño algo anticuado y frenos con tendencia a bloquear, son los puntos en contra. El modelo probado (doble cabina 4x4 2.8 TD DLX) cuesta 56.500 pesos, la garantía es de tres años o 100 mil km, y el balance precio-producto resulta positivo.

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