Año CXXXVII Nº 48344
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 28/03
Mujer 28/03
Economía 28/03
Señales 28/03
Educación 27/03
Campo 27/03


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 31 de marzo de 2004

La ministra promete seguir "monitoreando" el conflicto
Educación quiere que la escuela les pida disculpas a Noelia
El caso de la chica que fue obligada a irse del colegio por tener zapatillas y no zapatos sacudió al ministerio

Silvina Dezorzi / La Capital

"Me siento culpable como ciudadana de que esto haya pasado: no me parece justo, ni ético, ni sano para la sociedad", admitió ayer la directora provincial del Enseñanza Privada, María del Carmen Quaglia. El mea culpa de la funcionaria surgió después de que una nota de La Capital hiciera público el caso de Noelia Donatiello, la chica de 13 años que fue obligada a retirarse de una escuela privada de Rosario por no tener zapatos negros, sino zapatillas del mismo color. Y eso a pesar de que su madre, Claudia Fiocca, había enviado una nota al colegio pidiendo unos días para comprarlos. Quaglia fue más allá y adelantó que "la madre merece una disculpa pública, que le dará la directora porque el ministerio ya está actuando". Y hasta la propia ministra de Educación, Carola Nin, sostuvo la promesa y adelantó que en los próximos días su cartera "seguirá monitoreando" el polémico caso.

Noelia, que cursa el 8º año EGB en la escuela incorporada María Bicecci (Buenos Aires y 3 de Febrero) fue obligada a retirarse del colegio hace hoy una semana por no tener completo su uniforme: en vez de zapatos negros usaba zapatillas negras, porque su mamá, que es viuda y tiene otros cuatro hijos -uno de ellos discapacitado-, cobra 150 pesos de un Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados y no tenía plata para comprarle el calzado reglamentario del uniforme.

La madre fue llamada desde la escuela, donde se le requirió que firmara su conformidad para retirar a Noelia. Indignada, se negó, para iniciar un periplo por organismos oficiales donde alguien tomara su denuncia. Luego de peregrinar en vano por distintas dependencias, la Defensoría del Pueblo tomó el caso y el viernes pasado la nena pudo al fin volver a clase con zapatillas, al menos hasta poder comprar los dichosos zapatos.

Hasta ayer (y aunque la mujer ya había publicado una carta de lectores en este diario) nadie de la cartera educativa la había llamado para dar una explicación, pedir disculpa o simplemente anunciar que se habían tomado cartas en el asunto. Eso sí: mientras en Educación parecía reinar un silencio de radio, anónimos ciudadanos trataban de obtener el teléfono de Noelia para ofrecer lo que pudieran y expresar indignación y solidaridad.

"Del ministerio, nada, de nada, de nada: eso es lo que más me indigna", afirmó ayer Claudia, que hizo corresponsable a la Justicia por el "terrible desamparo" que vivió junto a su hija. "Si yo sólo pedí unos días para poder comprarle a Noelia los zapatos... El dolor mío, mi vergüenza, es que hayan sacado a mi hija en el medio de una clase de ciencias naturales, sin esperar siquiera a que tocara el timbre, como si fuera una delincuente", se quebró la mujer.


"Estoy de acuerdo con la madre"
Unas horas después, sin embargo, la propia directora del Servicio Provincial de Enseñanza Privada afirmó que el ministerio "ya estaba actuando sobre el caso desde la mañana". Quaglia dijo, además, estar "de acuerdo con la madre" de Noelia y aseguró que "lo que pasó fue una desubicación de la directora de la escuela", que con "un poco de lógica y sentido común" y desde "un punto de vista humano y ciudadano" debería haber entendido la situación.

Por eso, se comprometió a que la propia dirección del establecimiento pedirá disculpas a la mamá. "De hecho, me hago cargo de lo que pasó", dijo, algo que tildó de "barbaridad". Aun así, Quaglia también sostuvo que no existe una "normativa general" respecto de qué puede exigir una escuela privada en cuanto al uniforme y delegó cierta responsabilidad en los padres que envían a sus hijos a esos colegios. "Las escuelas privadas pueden exigir uniforme" y "los límites los pone cada escuela", recordó Quaglia, lo que los padres -dijo- "asumen" a la hora de inscribir a sus hijos.

La funcionaria también recordó que en aquellas situaciones donde se agotan las vías de entendimiento con la escuela, los padres de alumnos de colegios particulares pueden acudir al Servicio de Enseñanza Privada que funciona en la delegación VI de Educación (Alem y Gaboto) para que el supervisor del área intervenga en el conflicto. "Estoy segura, pero segura, de que si en este caso hubiera ocurrido así, se habría resuelto fácil e inmediatamente sin necesidad de apelar a ninguna otra instancia", aseguró.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El hecho ocurrió en la escuela de Buenos Aires y 3 de Febrero.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados