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 miércoles, 31 de marzo de 2004

La cruz, símbolo pagano cristianizado

Es creencia común que la cruz es un símbolo exclusivo de los católicos, cuando en realidad los teosóficos afirman que es un emblema pagano cristianizado. Los cabalistas que la tienen como talismán, aseguran que este signo es uno de las más antiguos del mundo. El principio de la cruz aparece en la India, 2.880 años antes de Cristo, en forma de cuatro brazos como la equis o el signo X, trazo decusado indicando los cuatro puntos cardinales, según la interpretaban los indos, brahmanes y budistas. Los budistas mongoles le doblaron los cuatro extremos y formaron la svátika. Emblema utilizado por los más grandes criminales de la humanidad. También utilizado en Francia por la Fraternidad Masónica. El Hierofante egipcio, sacerdote del templo de Isis, su vestimenta la completaba con un gorro cuadrado, similar al que actualmente usan los sacerdotes armenios, con la diferencia que el del religioso egipcio llevaba grabada en la frente una cruz. La línea vertical representaba la descendente masculina y la horizontal, el principio femenino, atributo de Isis y sólo después de la muerte esta cruz era puesta sobre el pecho de la momia. En los jeroglíficos egipcios originales se la puede observar como una perfecta cruz cristiana, la misma con que Moisés ordenó a su pueblo marcar con sangre sus puertas y dinteles. Pensar que la cruz como símbolo cristiano data desde el martirio del Salvador, es un error. Tanto en las iglesias como en las catacumbas el crucifijo recién aparece seis y siete siglos más tarde. Gregorio el Magno, que ocupó el trono de San Pedro entre los años 590 al 604, obsequió a la reina Teodolinda de Lombardía el primer crucifijo ideado por él, reliquia que actualmente se venera en la iglesia de San Juan en Monza. En cuanto a las catacumbas, es llevado en el siglo VII por San Giulio, monje cuyo nombre era Giuseppe María Tomasi di Lampedusa, canonizado recién el 14 de octubre de 1986 por Juan Pablo II.

Roberto Linares



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