Año CXXXVII Nº 48298
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
La Región
El Mundo
Opinión
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Campo
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 11/02
Autos 11/02
Turismo 08/02
Mujer 08/02
Economía 08/02
Señales 08/02


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 14 de febrero de 2004

Charlas en el Café del Bajo

-Sigamos con la probable historia de Jesús. Usted dijo que tenía hermanos; ahora, ¿tuvo hijos?

-En esto es necesario abreviar, por cuanto se podría escribir todo un volumen. Dan Brown habla en su obra del Priorato de Sión. Bien, desde antiguo se sabe que no se puede hablar de esta orden secreta a la que pertenecieron grandes hombres de la realeza europea y otros como Víctor Hugo, Isaac Newton y Da Vinci, sin estudiar a los caballeros del Temple, más conocidos como los Templarios, por cuanto las dos órdenes tenían un vínculo muy estrecho. Como se sabe los templarios, caballeros de origen francés, fueron monjes católicos y a la vez grandes guerreros creados con la venia del Vaticano y exterminados por el rey de Francia Felipe "El hermoso", con la misma venia y el de la Inquisición. ¿Qué habían descubierto estos monjes durante su larga permanencia en Tierra Santa que mantuvieron en secreto? Se sabe que realizaron grandes excavaciones en el templo de Salomón. ¿Descubrieron grandes tesoros, el cáliz santo, es decir la copa usada por Jesús en la última cena o la famosa Arca de la Alianza? Sobre esto mucho se ha escrito. Algunos sostienen que adquirieron una gran sabiduría y otros que descubrieron el Santo Grial, pero no la copa sino el gran secreto: que Jesús había tenido tres hijos con María Magdalena (Jesús, Damaris y Josefo) y que esta descendencia se había emparentado, luego de la crucifixión y cuando la Magdalena y José de Arimatea parten a Francia exiliados, con una parte de la nobleza europea. Santo Grial no fue sino una forma de disimular la raíz de las palabras, ocultar el verdadero sgnificado: "sang real", como se advierte, "sangre real".

-De modo tal que los Templarios habrían descubierto esto.

-Entre otras cosas. Lo cierto es que sin mencionar todo esto se los acusó de herejía y la orden fue exterminada en 48 horas en toda Francia. Jacobo de Molay, el último gran maestre, junto con otros caballeros, fueron dejados en prisión siete años y finalmente quemados en la hoguera frente a la catedral de Notre Dame. Pero he aquí que durante los años 1867-1868, aproximadamente, en la capilla de Rennes Le Chateau, en el sudoeste de Francia, ocurre un suceso interesante. Mientras se están realizando trabajos de restauración en esta capilla "dedicada a María Magdalena" y en donde se había casado el rey de la dinastía de los Merovingios Dragoberto II, el cura François Bérenger Saunière descubre dentro de una columna varios documentos guardados en tubos de madera. Es de destacar que hubo testigos, porque Saunière contaba con la ayuda de seis obreros para los trabajos de la restauración, y dos de ellos aún vivían en 1958 y corroboran el descubrimiento de los manuscritos.

-¿Los habían depositado los templarios?

-No se sabe si los templarios, si los romanos o los propios judíos que llegaron a la zona luego de la destrucción de Jerusalén en el 70 después de Cristo. Lo cierto es que la vida del cura cambió de la noche a la mañana. De pobre se hizo rico y muchos nobles europeos comenzaron a visitarle. ¿Por qué? De los pergaminos nada se sabe, de lo que decían hay especulaciones, como que indicarían el lugar de una tumba secreta en las cercanías de la aldea, de grandes tesoros ocultos. Muchos son los que opinan que algunas familias de la nobleza europea pertenecientes a una orden secreta (¿El priorato de Sión?) se alzaron con los pergaminos o al menos con una parte importante de ellos: el árbol genealógico de ciertas familias de la realeza.

-Una historia apasionante.

-Lo explosivo ocurrió hace apenas unos años atrás. Treinta y tres familias de la nobleza del Viejo Mundo sacaron unos papeles de sus cofres y le encargaron al más grande genealogista que tiene la humanidad, el inglés Sir Laurence Gardner, que estudiara esos papeles. Cuando el hombre terminó su trabajo los congregó a todos y les dijo: "Ustedes no me van a creer lo que tengo para decirles". Algunos le respondieron: "No se preocupe, lo sospechamos". "Ustedes son descendientes de Jesús", dijo el científico.

-¿Y usted que cree, Candi?

-Mañana, si Dios quiere, en el final de esta historia le digo lo que pienso.

Candi II

[email protected]

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados