Sorprendente giro del "ala dura"

Los piqueteros aceptan percibir planes sociales con tarjeta de débito

Castells y Pitrola dijeron coincidir con el cambio peroalertaron sobre falta de infraestructura bancaria

Sectores piqueteros del ala dura dijeron ayer que aceptarían que los subsidios por desempleo se paguen con tarjeta de débito bancario, pero advirtieron que en muchos lugares del país no hay suficientes sucursales y el cobro sería dificultoso para pobladores de los lugares más aislados.

Dirigentes del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (Mijd) de Raúl Castells, del Polo Obrero de Néstor Pitrola y del MTD Teresa Vive fueron consultados ayer a raíz del proyecto gubernamental de crear esa tarjeta, que también serviría para abonar una tarifa social en transportes públicos. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, confirmó que tanto el Ministerio de Economía como el Banco Nación estudian la instrumentación para pagar los planes Jefas y Jefes de Hogar.

Esas tarjetas sustituirían el sistema actual por el cual los beneficiarios cobran en sede bancaria, pero de acuerdo a listados elaborados por el gobierno, por organismos no gubernamentales o por las propias organizaciones piqueteras.

Los tres sectores considerados "más duros" en su relación con el gobierno condicionaron la aceptación del plástico a la posibilidad de que sirva para retirar "la totalidad del dinero" por cajero automático, y además pueda ser empleada en "hacer compras en comercios", como cualquier tarjeta de débito y para adquirir pasajes en transportes públicos a "tarifas sociales".

Así lo manifestaron Raúl Castells y Néstor Pitrola quienes, sin embargo, advirtieron que la propuesta "perjudicaría a miles de beneficiarios porque no hay infraestructura de cajeros automáticos en el interior del país".

Pitrola señaló que ese mecanismo "no terminará con el conflicto" social y las marchas piqueteras, porque "hay miles de desocupados que no cobran planes y el reclamo continúa por "fuentes de trabajo genuino".

Por su parte, Gustavo Giménez, del MTD Teresa Vive, fue más intransigente al señalar que "no creemos que sea conveniente" la propuesta de la tarjeta de débito confirmada por Fernández, al citar "la experiencia que tuvimos en Neuquén, donde sólo se buscó beneficiar a algunos supermercados".

Giménez señaló que "otro problema es que la mayoría de los desocupados, por su condición social, no saben usar los cajeros automáticos, lo que generaría muchos inconvenientes" al cobrar los planes, y coincidió con sus pares del MIJD y el PO al señalar que "no hay la suficiente cantidad de bancos para los 2,2 millones de beneficiarios".

Castells afirmó que "el problema al gobierno le surgirá en particular en las zonas rurales de casi todas las provincias donde hay gente que tiene el banco más cercano a 100 ó 150 kilómetros de distancia", como el caso de "Formosa o El Impenetrable, en Chaco".

Castells teme que no haya cajeros suficientes.