Olvidar el pasado

El incendio de la Facultad de Derecho quedará en la memoria de la ciudad como una demostración de la absurda prepotencia de las protestas canalizadas mediante procedimientos desmedidos. Según lo informado por La Capital, las causas fueron las bombas de estruendo impulsadas por algún insensato que integraba una de las manifestaciones de los gremios estatales; una cruel paradoja tratándose de una universidad pública. Pero lo que agiganta el inconcebible hecho revela que la estupidez humana se empeña en olvidar la experiencia de nuestros mayores. Hay una antigua ordenanza municipal que expresa: "Desde la publicación de la presente, queda prohibido en el municipio el uso de cohetes voladores, buscapiés y bombas de mortero, cualquiera sea su clase y objeto". ¿Qué más decir?

Miguel Carrillo Bascary