Año CXXXVI Nº 49939
Política
Economía
La Ciudad
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 17/08
Mujer 17/08
Economía 17/08
Señales 17/08
Educación 16/08
Campo 16/08


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 20 de agosto de 2003

Cada vez son más jóvenes las mujeres afectadas de anorexia
Según una psicóloga, en los últimos tiempos los trastornos alimenticios afectan también a los varones

Belén Travesaro / La Capital

La delgadez permanece de moda. Las revistas continúan mostrando a modelos cada vez más flacas como un símbolo de éxito. Las jóvenes siguen dietas estrictas para no engordar y ser mejor aceptadas. Esta tendencia lleva a que la anorexia nerviosa continúe creciendo e incluso en los últimos tiempos se evidencie en edades más tempranas y en los varones adolescentes. Así lo confirmó a La Capital la psicóloga Rosa Utin de Pérez, directora del Departamento de Trastornos Alimentarios del Sanatorio Centro, en relación a su experiencia profesional.

Según la psicóloga, la preocupación por la delgadez exige que tanto educadores como padres, "estén bien atentos a las señales en las niñas-adolescentes y en los jóvenes de uno y otro sexo". En cualquier caso, la especialista aconseja la detección precoz del problema para comenzar con el tratamiento médico y psicológico.

"Los trastornos alimentarios severos y sus manifestaciones son el resultado del entrecruzamiento de factores psicológicos, socioculturales, biológicos y familiares. En suma, expresan desórdenes de la personalidad. Por lo tanto, requieren de terapia individual y familiar, sumado a la atención de un equipo interdisciplinario integrado por endocrinólogos, nutricionistas, ginecólogos, psiquiatras y médicos clínicos", subrayó.

Trastorno de la imagen

Consultada acerca de las características que presenta la anorexia nerviosa, la profesional señaló que se trata de un estado de inanición marcado por una pérdida excesiva de peso a través de dietas severas, ingestión de laxantes y diuréticos, ayuno y ejercicios compulsivos. Otros síntomas generales son:

u Rechazo a mantener el peso en el valor mínimo normal esperado para la edad, talla y tipo corporal.

u Miedo intenso a ganar peso o a estar "gordo", incluso estando por debajo del peso normal.

u Alteración de la percepción de la imagen corporal: a pesar del bajo peso se ven gordos.

u Exageración de la importancia del peso e imagen corporal en la autoevaluación.

u Pérdida de períodos menstruales.

Quien convive con este trastorno priva al cuerpo de nutrientes esenciales para su funcionamiento normal, por lo que el organismo debe disminuir sus funciones para ahorrar energía y utilizar la que tiene para sobrevivir.

Otro tipo de trastorno alimentario es la bulimia nerviosa, que se asemeja a la anorexia por la preocupación extrema por el peso corporal o la figura, el abuso de laxantes y el ejercicio físico excesivo, aunque se diferencia por la ingesta compulsiva de alimentos seguida del vómito, para evitar subir de peso. Se sienten fuera de control al comer compulsivamente y prosiguen alimentándose a pesar de estar satisfechos.

Experiencias tempranas

Para la especialista no resulta fácil para una persona ajena a la enfermedad entender que una joven, muchas veces de apariencia agraciada, buena voluntad, formal, apacible, caiga en la anorexia y su único deseo sea perder peso hasta llegar a límites extremos y peligrosos. Pero si profundizamos un poco más detectamos que este empeño encubre otras cuestiones. Muchas veces incide la negación de la enfermedad, que en general es compartida por el grupo familiar. "Cuando una persona acepta que está enferma es un buen momento para el comienzo de la curación", dijo Utin de Pérez.

Otro de los elementos que caracterizan el trastorno es el temor a crecer que "generalmente es compartido por la familia". A esto se suma el rechazo de la femeneidad; miedo a engordar, que se transforma en una fobia; insatisfacción corporal, que encubre una frustración más profunda respecto de sí misma; placer por el control y miedo al descontrol; omnipotencia; baja autoestima; ambivalencencia con sus vínculos, especialmente con la madre, hacia quien siente amor y odio. "Es importante tener en cuenta la influencia de las experiencias tempranas relacionadas con la familia, lo que no significa culpabilizarla", sostiene la profesional, y agrega que a esto se suman los efectos de la cultura, con sus paradigmas de la belleza e ideales inalcanzables.

Los varones parecen no estar a salvo de la influencia de estos modelos de delgadez vinculados con el éxito. Al respecto, Utin de Pérez aseguró que el trastorno se evidencia generalmente "en aquellos que tienen dificultades para definir su identidad sexual".

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Las mujeres anoréxicas se ven gordas.

Notas Relacionadas
Enfoque biopsicosocial


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados