"El primer tiempo tendría que haber terminado empatado por lógica, pero nosotros nos pusimos en ventaja gracias a la inteligencia de Riquelme. Ya en el segundo tiempo, perdimos varias situaciones para aumentar, y Rosario llegó a la igualdad en el momento justo. Ahí se nos complicó demasiado porque no supimos generar los espacios necesarios, pero finalmente pudimos conquistar la victoria. Sin dudas fue un partido muy difícil". Cuando salió del vestuario, así reseñó el encuentro Carlos Bianchi, quien si bien admitió su satisfacción por el triunfo obtenido no dejó de reconocer que Boca no jugó un buen partido. Después el entrenador xeneize explicó que de no haber sido necesario no habría relevado a Juan Román Riquelme: "Lo tuve que reemplazar porque sufrió un esguince en el tobillo y enseguida comenzó a inflamarse la zona, y aunque el médico me dijo que se trataba de una lesión leve, era recomendable no exigirlo y preferí sacarlo". Al respecto, Bianchi descartó de plano que el golpe de Erroz a Riquelme haya sido con intención. "Riquelme seguramente le tocó la pelota un segundo antes y el pie del volante de Central chocó contra el tobillo. No fue a propósito", señaló el entrenador. Tampoco quiso acusar de desleal a Pizzi por haber golpeado con el puño a Matellán: "En el fútbol todos somos leales. Los que componemos la familia futbolística somos leales, y en este deporte es común que existan roces físicos".
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