La Capital
Archivo Buscador: Avanzada  
Restaurantes Profesionales
Año CXXXVII Nº 49680
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 02/12
Mujer 02/12
Economía 02/12
Señales 02/12
Educación 01/12
Estilo 01/12
Página Solidaria 28/11
Estilo 10/11

contacto
servicios
MDLC





 sábado, 08 de diciembre de 2007  
candi
Charlas en el Café del Bajo
—Hoy el catolicismo celebra la Inmaculada Concepción de María. Es justo que aludamos a este dogma de fe para los católicos. Por él se declara que, por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción. Esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 de ahí la fecha de la celebración. Para referirnos al hecho, supongo que nada mejor que reproducir las palabras expresadas por el Papa Benedicto XVI el año pasado.

   —Adelante.

   —Dijo el Papa: “María no sólo no cometió pecado alguno, sino que quedó preservada incluso de esa común herencia del género humano que es la culpa original, a causa de la misión a la que Dios la había destinado desde siempre: ser la Madre del Redentor. Todo esto queda contenido en la verdad de fe de la Inmaculada Concepción. El fundamento bíblico de este dogma se encuentra en las palabras que el Angel dirigió a la muchacha de Nazaret: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». «Llena de gracia», en el original griego «kecharitoméne», es el nombre más bello de María, nombre que le dio el mismo Dios para indicar que desde siempre y para siempre es la amada, la elegida, la escogida para acoger el don más precioso, Jesús, «el amor encarnado de Dios» (encíclica «Deus caritas est»)”. Sigue diciendo el Papa: “Podemos preguntarnos: ¿por qué entre todas las mujeres, Dios ha escogido precisamente a María de Nazaret? La respuesta se esconde en el misterio insondable de la divina voluntad. Sin embargo, hay un motivo que el Evangelio destaca: su humildad. Lo subraya Dante Alighieri en el último canto del «Paraíso»: «Virgen Madre, hija de tu hijo, humilde y alta más que otra criatura, término fijo del consejo eterno» (Paraíso XXXIII, 1-3)”. Alude el Papa al Magnificat, el cántico de alabanza de María en donde ella se reconoce humilde y añade: “Sí, Dios se sintió prendado por la humildad de María, que encontró gracia a sus ojos. Se convirtió, de este modo, en la Madre de Dios, imagen y modelo de la Iglesia, elegida entre los pueblos para recibir la bendición del Señor y difundirla entre toda la familia humana”.

   —¡Qué obra de arte el Magnificat!

   —Sí, realmente sí. Conmovedor cuando se escucha cantado por los benedictinos: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por siempre”.

Candi II

([email protected])



clima mas
Mín 25º - Máx 33º
inestable.gif

encuesta
¿Está de acuerdo con la liberación de Omar Chabán?
No
Votar Resultados


la frase del día
"Con los aumentos buscamos equilibrar los precios"
Alberto Fernández
Jefe de Gabinete
Ver noticia


tapa edición impresa

la foto del día ampliar foto
ampliar foto

humor mas humor
ampliar


     Tráfico medido por Certifica.com
La Capital Institucional Red Comercial
Copyright 2003 | Todos los derechos reservados