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sábado,
01 de
diciembre de
2007 |
Investigan dos llamadas no atendidas por Beroiz
La Justicia investiga por estas horas dos llamadas no atendidas por el secretario general del Sindicato de Camioneros de Santa Fe y tesorero de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, Hugo Beroiz –muerto por dos desconocidos el pasado martes en la playa del ACA ubicada en la plaza Montenegro-, dejándose de lado en forma definitiva la hipótesis de robo.
Según informaron fuentes judiciales al portal del diario Perfil, la teoría de que el gremialista fue muerto durante un hecho delictivo simple “ni siquiera es investigada” y que todo apunta a un crimen por encargo realizado por “asesinos inexpertos”.
Beroiz fue atacado la mañana del martes pasado en el primer subsuelo de la playa de estacionamiento del Automóvil Club Argentino ubicada en la plaza Montenegro. Se había alojado, como lo hacía habitualmente, en el hotel Plaza, ubicado sobre la cortada Barón de Mauá.
La mañana del martes, a las 5.50 y según pudieron reconstruir los investigadores, el celular del gremialista sonó dos veces pero no fue atendido. Pasadas las 6.30 abonó la estadía y se dirigió al subuselo en busca de su Volkswagen Passat azul. Allí fue abordado por dos desconocidos que lo apuñalaron en el hígado, en el pulmón, en los intestinos y en su mano izquierda. Y le dispararon al menos tres tiros con un revólver calibre 38.
Hubo al menos cinco testigos del hecho, algunos de los cuales indicaron que al gremialista lo estaban esperando.
“El compañero Abel Beroiz fue una víctima de la inseguridad cotidiana como pueden serlo ustedes los periodistas o como lo fue (el vicejefe de Gabinete, Jorge) Rivas”, sostuvo por su parte Hugo Moyano, secretario general del Sindicato de Camioneros y líder de la CGT durante el sepelio del titular de su gremio en la provincia de Santa Fe.
Sin embargo, una de las hermanas del gremialista asesinado, Blanca Rosa —una monja de la congregación Carmelitas de Santa Teresa—, contradijo a Moyano. La religiosa sostuvo que el crimen de Beroiz “no está relacionado con un robo” y afirmó que “estaba todo preparado para quitarle la vida”.
Blanca expresó su dolor porque “en la patria sigue predominando la cultura de la muerte. No se respeta la dignidad de las personas y el valor de la vida”. Y lanzó una afirmación que coincide con la hipótesis de los investigadores acerca del móvil del asesinato. “Sabemos que detrás de esto hay algún otro problema porque no fue un intento de robo. A mi hermano no le sacaron nada y no le pidieron nada”, señaló la religiosa.
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