La cantante habla de su nuevo álbum, “Lija y terciopelo”

Patricia Sosa: “Hacerse de abajo es un privilegio”

Marcelo Menichetti / Escenario

Patricia Sosa presenta su nuevo disco, “Lija y terciopelo”, y alterna los conciertos con su labor como integrante del jurado de “Cantando por un sueño” en “ShowMatch”, uno de los tantos productos televisivos de Ideas del Sur, la usina artística de Marcelo Tinelli.

    La cantante, compositora, autora y actriz transita por un presente en el que se mezclan sus distintas vertientes artísticas: desde el recordado y lejano grupo Nomady Soul –en el que cantaba en inglés con una fuerza que la impulsó a intentar logros mayores–, pasando por su fulgurante presencia en La Torre –la única banda de rock que tuvo a una mujer como líder y que se disolvió a fines de la década del 80–, hasta el presente, que la tiene como una de las baladistas más sugerentes del espectro argentino. Así, la artista siempre mostró, como una extraña piedra preciosa, alguna faceta nueva.

    Dentro del amplio ámbito que la creadora abarca en la escena argentina se contabilizan sus papeles protagónicos en “Las hijas de Caruso”, una especie de opereta, y sus incursiones, jugando el doble rol como actriz y cantante, en propuestas como “El Principito” y “Aladino”, en el terreno de las comedias musicales.

    En diálogo con Escenario, la artista contó algunos pormenores de la gestación de su nuevo álbum y de su presente profesional.

    “Lija y terciopelo” se presenta con un texto firmado por su autora y encabezado por dos extrañas palabras: “Humanaika Simininka”.

   Ante la extrañeza y las preguntas que genera la frase, Sosa no tarda en ofrecer una explicación: “Significa «En este encuentro te honro, señor». Esto es en «irdin», un idioma intergaláctico. Es un saludo que uno le da a todos los seres que no sean de esta tierra”, sintetizó.

   –¿Cómo conoce ese idioma?

   –Hay mucha gente que forma grupos grandes de meditación y que tiene comunicación con seres no terrenales con ese idioma. Siempre pensé que la música es un canal de expresión que sale de la Tierra, que se eleva y viaja; y me pareció interesante entregar también mi música a gente que no es de esta Tierra, a formas espirituales que quizá pueden estar escuchando mi música. Los saludo fervientemente.

   –Su extensa trayectoria la habilita para intentar un análisis de lo hecho en el campo artístico. ¿Qué piensa de ese camino recorrido?

   –El resultado del balance es que se nota que he crecido. Se advierte en mi voz. No me hubiera gustado que pasara este disco y que pregunten dos cosas: ¿quién es esta mujer? o bien ¿quién es la chica que canta? Quién es esta mujer no lo preguntarán porque sé que tengo un sello determinado. Y quién es esta chica que canta tampoco, porque creo que se nota que crecí, se nota una adultez en la voz que denota que hay años de estudio, que hay experiencia y que hay muchos sentimientos expresados. Y que además pasaron muchas cosas por mí y por mi cuerpo: eso finalmente se nota en la expresión.

   –¿Se identifica con alguno de los géneros que visitó?

   –Cuando quise estar en un género musical que me identificara me aburrí mucho. Prefiero que los géneros se adapten a mí y no privarme de cantar rock and roll, no privarme de cantar baladas, no privarme de cantar folclore, porque lo hice acompañada por los mejores del género y recorrí el mundo con ellos. En cada lugar donde me metí me fue bien y me gustó hacerlo plenamente.

   –Cuando se visitan muchos lugares se corre el riesgo de no identificarse con ninguno.

   –A veces me dicen: ¿qué sos? Yo soy una cantante pop, de música popular; canto mis baladas de una manera rockera, y soy muy romántica y canto rock and roll de una manera diferente.

   –Trabaja en programa de selección de artistas que triunfan o desaparecen rápidamente: ¿qué opina de esa forma fulminante de promover y olvidar valores?

   –Este es el mundo que les toca vivir. Ahora, una compañía de discos, antes de pedirte el demo, te pide una foto y te pregunta cuántos años tenés. Los participantes tienen que saber que eso no es la vida, y que el hacerse de abajo no es un sacrificio, es un privilegio. Conocer todos los caminos es parte del aprendizaje. Si se privan de eso, cuando se termina la fama, caen al vacío.

La ex líder de La Torre mantiene su actitud rockera aún cuando interpreta baladas románticas.