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sábado,
01 de
diciembre de
2007 |
Educación de adultos. Dos mujeres llamadas María y una historia común
“La Eempa te da oportunidades”
María culminó a los 74 años la escuela media y ahora va por la Universidad
Marcela Isaías / La Capital
Vestida con una colorida blusa y acompañada de sus compañeros de fin de curso, María se prepara para contar su historia de alumna: “Tengo 74 años, cuando tenía 12 mis padres me hicieron dejar la escuela porque pensaban que las mujeres no teníamos que estudiar sino aprender a hacer las cosas de la casa y cuidar a los hermanos, por eso considero que lo que hice es todo un triunfo”.
Y lo que hizo es haber terminado el secundario en la Escuela de Enseñanza Media para Adultos (Eempa) Nº 1.143 de Villa Gobernador Gálvez. Pero María ya le tomó el gusto al placer del estudio: “Tengo un acordeón a piano, ahora quiero estudiar música, me voy a anotar en la Universidad”.
Para ella el apoyo de sus compañeros y docentes fue fundamental, por eso cada tanto en su relato dice una y otra vez que es “una eterna agradecida”.
María Apolinaria Santa Cruz, así es su nombre completo, nació en el pueblo santafesino de Calchaquí, vivió su juventud en Nelson hasta que se casó y mudó a Villa Gobernador Gálvez.
“Tengo una hija con la que me prometí cuando nació que estudiaría, que no le pasaría lo que me sucedió a mí, y así fue que se recibió de perito mercantil, luego de martillera pública y de licenciada en administración de empresas”, dice.
La primera puerta
La primera puerta para retomar el viejo anhelo de terminar sus estudios la encontró en un centro de jubilados. “Un día llegó una maestra, Catalina Dos Santos, fue la que nos dio la posibilidad de terminar a mí y a otros jubilados el 5º, 6º y 7º grados”. Esta maestra y otras que la acompañaron a María a terminar la primaria, estarán en el acto de colación de grados que la Eempa prepara para el martes 4 de diciembre.
Hizo un breve paso por el Centro de Formación Profesional Nº 1 de Rosario, antes de inscribirse en la Eempa de Villa Gobernador Gálvez.
“Gracias a mis profesoras de ciencias sociales y literatura aprendí hasta hablar, a compartir una conversación que tal vez antes ni sabía qué me decían, aprendí a expresarme de otra manera”, destaca de su paso por las aulas.
“¿Sabés? En la escuela conocí a Galeano (Eduardo), del que leímos muchos textos que me gustaron, y descubrí a Freud que ni sabía que existía, y sin embargo lo he interpretado muy bien”.
La charla se prolonga con anécdotas de la clase, de sus compañeros y la alegría infinita de María por contar que consiguió el título que se propuso alcanzar, por eso no duda en decir: “La Eempa te da oportunidades”.
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Fotos
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María Santa Cruz con sus compañeros de curso. El martes recibe su título de finalización del secundario.
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