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sábado,
01 de
diciembre de
2007 |
Algo que empañó
un gran recital
Tengo 50 años y como cualquiera de esta edad he vivido muchas cosas, algunas buenas y otras malas. Pero el martes pasado asistí a un espectáculo verdaderamente maravilloso para mi espíritu. Ver a uno de los poetas de habla hispana más grande como lo es Joaquín Sabina acompañado por un catalán que tiene lo suyo como lo es Serrat, realmente me hizo feliz. La organización del show estuvo a la altura de una ciudad como es Rosario, por la que cada uno de sus habitantes lucha para ponerla entre las primeras del país. Pero como en la mayoría de los acontecimientos al que concurre mucha gente, nuestra Municipalidad sigue fallando, lo que me hace pensar que en algunas cosas no está a la altura de lo que se pretende. En un espectáculo con más de 22.000 personas, después de dos horas y media de vivir una fantasía, nos topamos con la realidad a la que nuestros gobernantes nos exponen: esas 22.000 personas intentado salir sin que personal municipal ordene el tránsito. Entonces se produce lo que nadie quiere, la pelea entre los vecinos. Me pregunto y espero que nuestras autoridades recientemente reelectas tengan una respuesta: ¿dónde estaban esa noche los inspectores de la Guardia Urbana? ¿Buscaban en algún lugar alejado a un infractor con algo de alcohol? ¿Si no están para ordenar en los momentos difíciles el tránsito, para qué están? Como contribuyente siento pena por lo vivido; casi dos horas para recorrer el trayecto desde el estadio de Central hasta el macrocentro de la ciudad. Pido a quien pueda modificar estas situaciones que lo haga de inmediato.
Miguel Pérez Nagera
DNI 13.174.293
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