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viernes,
30 de
noviembre de
2007 |
En marcha la Constituyente ecuatoriana
Montecristi, Ecuador. — La asamblea constituyente de Ecuador se instaló oficialmente ayer armada de plenos poderes para reformar la Carta Magna, una jugada clave con la que el presidente Rafael Correa apunta a llevar al inestable país hacia el socialismo. Durante la sesión inaugural de la asamblea de 130 miembros, Correa envió una carta poniendo su cargo a disposición, en un acto simbólico de reconocimiento de las facultades omnímodas del cuerpo, pero con poco impacto político dado que está previsto que la amplia mayoría oficialista de 80 asambleístas lo ratifique.
Un as ganador. La asamblea, dominada por el oficialismo, constituye el “as” ganador dentro del plan político de Correa de instaurar el “socialismo del siglo XXI” en el quinto productor de crudo de Sudamérica, aquejado por una débil democracia tras el desplome de tres presidentes desde 1997 en medio de revueltas.
El organismo cuenta con un plazo de 180 días, con una prórroga de 60, para instrumentar los cambios que el gobierno considera indispensables para reencausar al país, incluida la promesa de mejorar la calidad de vida de los pobres y una mayor participación del Estado en el manejo de la economía a fin de dejar lo que ha calificado como “la larga noche neoliberal”.
Las promesas del carismático economista de una revolución “radical” calaron fuerte, pese a las advertencias de la oposición de que conducirá a un esquema estatizante que corroerá las bases de la democracia al igual que el aplicado por su aliado y presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
A la mesa de debates de la asamblea constituyente arribarán temas como la cesación de las labores del Congreso, actualmente en manos de la oposición, y su reemplazo por una comisión legislativa adepta al Ejecutivo, según el plan oficialista. Asimismo está planteada la discusión de propuestas como la elección presidencial sucesiva y la realización de elecciones anticipadas para relegitimar todos los cargos.
La nueva Constitución, la vigésima desde la creación del país en 1830, debe ser aprobada en referendo el próximo año, en lo que podría ser una prueba de fuego para Correa, un otrora desconocido profesor universitario que asumió en enero. La instauración de asambleas constituyentes para reescribir la carta fundamental ha sido el camino escogido por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; y Bolivia, Evo Morales, para consolidar su poder y apoyar sus plataformas políticas, que incluyen la nacionalización de los recursos naturales. l
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