Comerciantes y vecinos de San Martín y Mendoza se plegaron al piquete

Cortaron el tránsito de repente y unieron su reclamo contra las autoridades. Hoy se cumplen 10 días del acampe de la CCC en pleno centro. El Estado y la Justicia, ausentes

Claudio González / La Capital

Decenas de vecinos y comerciantes que viven y tienen sus negocios en Mendoza entre Sarmiento y Maipú —zona tomada desde hace diez días por un acampe piquetero— se unieron ayer sorpresivamente a la protesta y cortaron el tránsito durante el mediodía y la tarde, ante la ausencia de respuesta oficial. Es que la dilación del reclamo los afecta con pérdidas económicas y en el normal desarrollo de las actividades. La gente se queja, hay ruidos, suciedad y no se puede dormir. En medio de un panorama vehicular caótico, ambos sectores (los manifestantes y los vecinos) alzaron la voz con distintas demandas, pero con un denominador común: que las autoridades den una urgente solución al conflicto.

   La situación se generó cuando cientos de familias de barrios carenciados encolumnadas en la Corriente Clasista y Combativa (CCC) acamparon el 20 de noviembre frente a la Gerencia de Empleo (Mendoza al 900), organismo dependiente del Ministerio de Trabajo nacional, en pleno microcentro de la ciudad.



Quieren más. Solicitan trabajo comunitario y viviendas sociales, aparte de un aumento de 150 a 550 pesos en los subsidios familiares. Instalaron todo tipo de elementos: toldos, colchones y ollas populares; y cortaron el tránsito en Mendoza y San Martín. La zona, con características comerciales, se hizo intransitable.

   Familias enteras, donde predominan los niños, se apostaron sobre las veredas, sin ocasionar disturbios, pero obstruyendo la circulación.



El comercio dijo “basta”. Ante este panorama, los comerciales de la zona dijeron “basta “ y decidieron llamar la atención uniéndose a los piqueteros.

   Así, sobre las 11.45 un grupo de vecinos y frentistas caminó por Mendoza hasta Sarmiento, tomó un contenedor de basura, una valla y un cono anaranjado e interrumpió el paso vehicular. Dos unidades de la línea K de trolebuses quedaron varadas antes de cruzar Sarmiento. De fondo, las bocinas de los automovilistas sorprendidos por la medida no paraban de sonar. Debían doblar por Mitre al sur o por San Juan al oeste. Se produjeron embotellamientos y demoras de circulación.

   Peor aún, los comerciantes se enteraron que la denuncia presentada en la Justicia para que se ordene el desalojo del espacio pasó por dos jueces correccionales que se declararon incompetentes, hasta recalar en un Tribunal de Faltas, que todavía estudia el tema y también se desligaría del expediente.



Juntos mejor. “En mérito a que no tuvimos respuestas de las autoridades, hicimos el corte por nuestra cuenta y los manifestantes se unieron porque ven nuestra buena voluntad. Queremos recalcar que no estamos enfrentados con ellos”, dijo Miguel Gómez, dueño de una joyería. Adelantó que los vecinos seguirán con los cortes “hasta que alguno tenga a bien dignarse a darle una solución a esta gente y en consecuencia a nosotros”.

   Por su parte, desde la CCC adhirieron a la medida. “Los comerciantes han decidido cortar el tránsito y nosotros devolvemos la solidaridad que hemos recibido de su parte, apoyándolos. Las autoridades no les dan audiencias y pidieron la mediación de la Iglesia, pero tampoco obtuvieron respuesta”, resumió Hugo Centurión, referente de la organización piquetera.

   El conflicto, similar al de la plaza San Martín en el invierno pasado, parece entrar en instancias poco saludables para la normal convivencia ciudadana. l

Los vecinos y acampantes siguieron ayer a la tarde en pleno corte. El director de Defensa Civil, Marcos Escajadillo, los invitó a dialogar.